Oficial: contratiempo dramático para Zidane con Ramos ante el Barça

Mal asunto para el Real Madrid cuando tu mejor jugador desde hace ya más de una temporada es un central, capitán, veterano y que, a todas luces, en defensa y en ataque, es crucial. Mal asunto porque es un líder de la zaga, no un creativo o un goleador, y porque cuando cae, que son pocas veces, el Madrid se tambalea. Zinedine Zidane lo sabe y más que por las pésimas sensaciones ante el Cádiz, está conteniendo la respiración por la lesión de su hombre más importante: Sergio Ramos.

Zizou es consciente de que el debut de Champions League es fundamental pero más aún el partido del domingo ante el Barcelona en el Camp Nou. El entrenador francés, veterano de mil batallas, sabe que nada mejor para la moral del grupo que hacer morder el barro al eterno rival y en su propia casa, de ahí que sea determinante tener a la mayoría de efectivos para el choque y Ramos, el más fundamental de todos, es seria duda.

Es más, la caída del sevillano en la zaga ante el Barça sería poco menos que una tragedia para un Zidane que asume como todos los ojos del madridismo están puestos sobre una plantilla que genera muchas dudas, que él comanda y ha, en cierta forma, diseñado. Cuando las cosas fallen, será a él al que señalen todos. Y quizá por eso Zidane pone entre algodones al camero ante el Shakhtar Donetsk con vistas a que trate de llegar frente al cuadro de Koeman.

Y no será fácil, el capitán del equipo se fue dolorido de su rodilla en la derrota estrepitosa de su equipo en el Estadio Alfredo Di Stéfano frente al Cádiz, por lo que será duda hasta última hora ante los azulgranas. Con Martin Odegaard, Dani Carvajal, Álvaro Odriozola, Eden Hazard y Mariano lesionados, la caída de Ramos sería demasiado para un Madrid al que ya estigmatizan por su pobre panificación (es un hecho) y le piden mucho más de lo que ofrece, pero ¿puede este equipo dar más o simplemente no da para más? Posiblemente la respuesta vaya por la segundo praxis, pero en cualquier caso Zizou sabe que el Madrid es mucho menos equipo sin Ramos. Muchísimo menos. Y no quiere ni oír hablar de saltar al Nou Camp sin él.