Odegaard y Kubo avisan a Arda Güler y hay motín a bordo en Valdebebas: el crack blanco se quiere ir
Fichaje de muchas posibilidades tácticas, el futbolista se siente ninguneado y buscará una salida
Advierte un proverbio árabe que "la primera vez que me engañes, será culpa tuya. La segunda será culpa mía”, en referencia a la prevención sobre un tropiezo que, dadas las circunstancias y los protagonistas, se puede ver venir, que es justo lo que le ocurre a Brahim Díaz con Carlo Ancelotti y el Real Madrid, aunque en su caso, ¿tenía otra opción? Lo cierto es que la situación del ex Manchester City es límite en Valdebebas a las puertas del mercado invernal y su esperanza nula, por lo que ya mira más fuera que dentro.
Ya os comentábamos en Don Balón como esta situación en el club blanco es reiterativa, ha tocado a jugadores muy válidos en los últimos tiempos para el nivel del Madrid, como Martin Odegaard y Takefusa Kubo, y ahora no solo lapida las posibilidades de triunfar vestido de blanco del malagueño, sino que advierte a un Arda Güler, al que los precedentes auguran un rosario de oscuridad en sus minutos de juego.
Con esto nos referimos a Carlo Ancelotti, quien todavía mueve menos a sus favoritos de lo que lo hizo en su día Zinedine Zidane, que ya es decir. O lo que es lo mismo, es extremadamente raro -y eso contradice el discurso que da en rueda de prensa el italiano- que Carletto pruebe con nuevas caras en la competición, y que estas vayan a tener minutos, ya pasó con otros jugadores, también con canteranos, a los que en sus dos etapas no ha dado ninguna opción, y ahora acorralará al joven futbolista turco y empuja a Brahim Díaz a salir.
De líder del AC Milan a desaparecido
Puede decirse que el último duelo del Madrid en LaLiga, ante el Rayo, es el paradigma de lo que le cabe esperar a Brahim Díaz en el Madrid mientras Ancelotti sea entrenador: en un partido en casa en el que se necesitaban nuevas armas ofensivas, profundidad, desborde, el técnico ni lo consideró, optando por dos permutas de posiciones que, por cierto, nada aportaron al equipo. Con ello, Brahim, que fue estrella en el AC Milan y ahora no juega -ha disputado 118 minutos esta temporada- en el equipo que lo hizo llamar, empieza a ver que se equivocó en esta segunda etapa y si su situación no cambia pedirá el traspaso más pronto que tarde; lo cual esta casi asegurado: es más fácil que ocurra que Ancelotti empiece ahora a confiar en otros jugadores.