'O Menino de Ouro' es baja, Simeone está tranquilo... de momento

No preocupa la baja del portugués pero sí lo que pueda tardar en volver

La ausencia de João Félix debido al coronavirus no altera, pero sí preocupa, al Cholo Simeone. El técnico argentino de momento no muestra ningún tipo de nerviosismo por esta baja. El míster, que se precia de no tener ‘favoritos’ en la plantilla, como ya se ha visto en algún partido, tampoco duda en dejar en el banquillo a la estrella portuguesa cuando la planificación o el desarrollo del partido así lo exige, por lo que asume que su ausencia no debe reflejarse en el resultado del próximo encuentro.

Pero a Simeone no se le pasa por alto la especial conexión que tiene el portugués con Luis Suárez. Las combinaciones que ambos jugadores trenzan en el ataque colchonero, ha propiciado tardes de gloria en el Metropolitano. El peso específico de ‘O Menino de Ouro’ en el juego del equipo es notoria, si revisamos los datos de esta temporada, podemos ver que ha participado, hasta ahora, en 25 partidos, anotando 9 goles y repartiendo cinco asistencias, muchas de ellas al ‘Pistolero’ uruguayo. Es decir que el portugués participa en una jugada de gol cada 119 minutos.

Estos datos dan una clara muestra de cómo João ayuda y participa en el equipo, también aporta otros elementos, intangibles, como es la visión en el juego, el saber adecuar la posición en cada jugada y una actitud ganadora. Por ello, la baja del delantero, puede no ser trascendental, pero preocupa, ya que el conjunto colchonero, en su ruta ‘partido a partido’ quiere seguir ganando y el portugués es parte importante en las victorias.

Otro hecho que preocupa es, no sólo la ausencia, hasta ahora sólo se sabía que se trata de un positivo por coronavirus, pero, a diferencia de otros futbolistas, no es asintomático, es decir tiene síntomas. Ha trascendido que el jugador tiene episodios con décimas de fiebre a lo que hay que sumar un malestar o cansancio generalizado, similar a la sensación que deja en el cuerpo la gripe. Estos síntomas pueden provocar que la recuperación del jugador conlleve más tiempo, y eso sí es un problema, porque llega el partido de ida de la Champions en apenas dos semanas y, ahí sí, la ausencia del delantero supone un agujero difícil de cubrir.