Los números dan la razón a Vinicius. ¡Es mejor que Messi!

El brasileño demuestra una vez más que la confianza en él tiene sentido. ¡Será Balón de Oro!

La confianza que tiene el madridismo es Vinicius Junior es ciega. El año pasado la irrupción de Vinicius fue lo único salvable de un equipo que hizo una temporada nefasta. Este año Zidane le ha ido dando premios y castigos. Titularidades y partidos en la grada. Ha sido otro momento de aprendizaje para el jugador brasileño que se ha repuesto y ha ganado un puesto en el 11 titular. La lesión de Eden Hazard también ha venido de perlas a Vini. El tener continuidad le ha hecho crecer y creer de nuevo en si mismo. Los números le avalan, ¡mejor que Messi!

Y es que el argentino no tuvo ayer su mejor partido. Sin Luis Suárez a su lado Messi en estos partidos es menos Messi. Griezmann tuvo ocasión de encontrarle un par de veces, pero sin el éxito necesario para acabar en gol. Al argentino se le está atragantando el Real Madrid últimamente, signo inequívoco de que una era está llegando a su fin.

El Barça tiene un problema que casi siempre es una virtud, todos los pases buscan a Messi. Parece que si el argentino no toca el balón la jugada no puede acabar en tiro a puerta. Así es difícil ver crecer al equipo que sigue dependiendo demasiado de la inspiración del de Rosario.

El Madrid es más coral, sin Cristiano, que ayer estuvo en el campo, el conjunto blanco busca el colectivo por encima de lo individual. El único jugador que rompe esa monotonía es el brasileño. Vinicius desborda, rompe en velocidad y en el 1 vs 1 siempre lo intenta. Le puede salir mal o bien, pero no se cansa de intentar derribar el muro rival. Es la mayor virtud de un jugador que tiene tantas como defectos, pero que día a día va puliendo unos y eliminando otros.

Ayer derribó otro dato que habla bien de su trabajo en el Real Madrid, es el jugador más joven de la historia en marcar un gol en el clásico. Superó a Leo Messi por 26 días. 19 años y 233 días es la edad del brasileño. Un diamante al que Zidane está sabiendo sacar partido.

En Madrid muchos dicen desde su llegada que algún día sea Balón de Oro. Por eso, entre otros, Leonardo le quiere para el PSG. Hay quien ve en el brasileño el futuro del fútbol mundial. De momento va derribando puertas. Galopando, como solo sabe hacer el ex del Flamengo.