No a Ancelotti, la Juve condena a Florentino: revive su peor pecado con Cristiano, Mariano y Bale

El Madrid volvió a gobernar un partido en el que, otra vez, cayó goleado y sin puntería

A estos niveles, a la tamaña exigencia a la que se ve sometido el Real Madrid, una caída puede ser causalidad; dos son síntomas de algo peor. Recordaban muchos aficionados, salvando las distancias, que el problema con el gol que está mostrando el actual Real Madrid se parece al de aquel que se quedó huérfano de Cristiano Ronaldo y pensó en Gareth Bale y Mariano Díaz como recambios suficientes. Aquello fue una temeridad de Florentino Pérez, un batacazo histórico; este deja síntomas similares.

Lógicamente hemos hecho incidencia en la distancia entre las dos plantillas, ya que el Madrid de la campaña 18/19 tenía mucha menos calidad que el bloque actual, que está comentadísimo en todas sus líneas… salvo en el ataque. El problema es que Vinicius es casi todas las cosas (de hecho, ayer marcó). En lo suyo, que, como decimos, es casi todo. Como Jude Bellingham, un jugador genial. Pero también en lo suyo, que es muchísimo. Eso sí, ambos cracks no son goleadores regulares al uso. Joselu sí puede ser un recurso, pero no el referente absoluto. Nunca lo ha sido. En resumen, la salida de Benzema del club, una estrella mundial, un goleador bestial, no tiene sustituto y eso se nota y se va a seguir notando.

Ante la Juve, lo mismo

Es verdad que dos errores infantiles, achacables a Luka Modric (falló en la salida de balón) y Antonio Rüdiger (no siguió las marcas en los dos tantos), pusieron el choque de Orlando muy cuesta arriba (2-0), pero hay una estadística que es esclarecedora sobre lo que tratamos de explicar, una que muestra a la perfección como el Madrid gobernó el duelo ante el Barça y la Juve y en ambos casos cayó con estrépito: en el último partido los blancos triplicaron los tiros de la Vecchia Signora (11 por 34), completaron 254 pases más que los italianos (294 por los 553 del Madrid) y tuvieron una posesión abrumadora (66%) ¿Entonces? ¿Y el resultado? El mismo o parecido: tres goles encajados y sensación de ineficacia.

Y no es que no las hayan tenido Joselu, que falló ante Barça y Juve, ni Vinicius o Rodrygo (ayer jugó poco), es que, aunque algunas metan, no son goleadores de talla mundial; de los que marcan 40 goles por temporada. Kylian Mbappé sí lo es, concretamente hizo 41 tantos en 43 partidos en la 22/23 (amén de dar 10 asistencias). Y el fútbol es así, no gana quien lo merece ni quien domina, gana el que marca más goles y el Madrid, que no está acertado en defensa, no termina de embocar. Volviendo a la línea argumental inicial, cuando CR7 se fue en aquel Madrid -insistimos, peor que el actual- había síntomas de poca puntería, unos que no se escucharon y que terminaron en tragedia… quede constancia de la anotación. Vinicius y Bellingham crearán mucho peligro y harán goles, pero falta un killer.