¡Ni Koeman se lo cree! El delantero que se ofrece al Barça para enero

Intenta probar suerte llamando a los culés

En el Barça necesitan un delantero centro como el comer, y eso es una verdad que nadie quiere ni puede negar. Tienen muy poco gol, y no cuentan con ningún jugador en la plantilla que pueda ocupar la posición de un Luis Suárez que se fue en verano. Leo Messi y Antoine Griezmann han sido los que más la han ocupado, pero ninguno de los dos se siente nada cómodo allí, y Martin Braithwaite tampoco es ninguna solución de garantías.

Y Borja Iglesias se ha envalentonado, y ha decidido ofrecer sus servicios, ya que en su día estuvo en la agenda. En varias ocasiones, además, pues lo quisieron para reforzar La Masía, cuando jugaba en las categorías inferiores del Valencia. Tras eso, se marchó al Villarreal, donde ya se asentó en el futbol profesional, para luego irse al filial del Celta de Vigo. De nuevo, estando en Balaídos, y sin oportunidades para subir al primer equipo, tuvo la oportunidad de llegar al Barça B.

Pero la decisión fue que se marchara a préstamo al Real Zaragoza, donde una temporada en La Liga SmartBank le bastó. Se coronó como un goleador nato, y se le abrieron las puertas para llegar a La Liga Santander, pagando el Real Club Deportivo Espanyol unos 10 millones de euros. Allí, tenía la difícil tarea de suplir a Gerard Moreno, algo que consiguió. De hecho, incluso mejoró sus registros, lo que no era sencillo, devolviendo a los catalanes a la Europa League tras una década.

Sonó para la selección española, y también, para llegar al Barça o al Real Madrid, pero solo el Real Betis Balompié se atrevió a pagar su cláusula de rescisión, cifrada en 38 ‘kilos’. El problema es que, a sus 27 años, todavía no ha sido capaz de mostrar su mejor versión en el Benito Villamarín, e incuso ha perdido su puesto en el once inicial. Manuel Pellegrini ha preferido apostar por Tonny Sanabria, y el gallego solo ha jugado siete choques, sin ver puerta.

Pero eso no ha impedido que Iglesias llame al Camp Nou. La respuesta de Ronald Koeman ha sido tajante: un ‘no’ como una catedral.

No quiere saber nada.