Neymar fue la pesadilla de Bartomeu, Messi la de Laporta: el 10 acorrala al presidente del Barça

El paso al frente del club se encajó durante el partido más duro de la temporada, en la goleada ante el Madrid, y ya no hay paso atrás

El Barcelona ha abierto una vía que ahora será complicada cerrar si no llega a buen puerto. Hablamos de la que representa en el Camp Nou el 10 argentino, hablamos de Leo Messi, que se acerca a su salida del Paris Saint-Germain, con ofertas estratosféricas tentándole pero esperando al Barça. Sin embargo, ¿qué ocurre si Messi no se consigue, si se hace inviable? El terreno peligroso crece y la pesadilla que fue Neymar para Bartomeu ahora puede serlo el rosarino para Laporta en el próximo mercado de fichajes.

Ni más ni menos que contra el Real Madrid… en una debacle histórica

La debacle histórica ante el Real Madrid en la Copa del Rey (0-4) tuvo el precedente antes de concretarse la caída del coro rotundo del estadio blaugrana al son del nombre y la figura de Messi, después de que institucionalmente el Barça, de manos de Mateu Alemany, director deportivo, y Rafael Yuste, vicepresidente deportivo de la entidad, reconociera contactos con el jugador. No obstante, el acercamiento personal está muy lejos de ser viable en lo práctico y eso puede suponer una desilusión enorme en can Barça. Es decir, se pisa terreno peligroso.

La temporada de Xavi no es mala, tampoco espléndida, más si nos fijamos en el margen que se le ha dado desde que llegara al Barcelona, sin embargo su proyecto es sólido para el club, ahora bien, el hecho de que hasta el míster se haya pronunciado a favor de fichar a Messi ahora convierte esta historia en un callejón sin salida para Joan Laporta: debe ir a por él sí o sí y eso es muy complicado.

Lo primero de todo lo es porque Messi, ante todo, quiere que Laporta se pliegue a su figura, reconociendo el error de dejarlo ir y dando el primer paso, público, para que él de el suyo. Tengan en cuenta que volver al Barcelona, dada la precaria situación del club blaugrana, supondría para Messi perder dinero, ya sea en París, EEUU o Arabia Saudí, y eso exige, cuando menos, un gesto (o varios) del mandatario. El otro problema son las ventas necesarias para cuadrar el fichaje, hoy por hoy inviable, así como un acuerdo muy a la baja de su salario con respecto al que percibe en la capital de Francia. Ambos asuntos son cruciales por hueco y por fair-play financiero, pero también por estructura deportiva. 

Dicho lo cual, el Barça ha decidido involucrar el corazón de la hinchada culé en este asunto y cualquier fracaso de ahora en adelante será recibido de muy mal grado por la masa social culé. Y ya les decimos, económicamente el fichaje de Messi por el Barcelona ahora mismo es casi una utopía… Neymar fue la tumba institucional en el club de Bartomeu y su amigo en París, Messi, puede serlo de Laporta.