Messi la vuelve a liar en el vestuario y Bartomeu pierde el control con él

La pulga busca salida

El Fútbol Club Barcelona se paseó en Mallorca frente a un rival que dio la sensación de no tener suficiente capacidad para ir a por el partido. Los de Vicente Moreno parece que sabían que ese no era su partido y excepto 20 minutos de calidad y cierto control, el equipo estuvo a merced de un, por otra parte, muy buen Barcelona.

El equipo culé empezó arrollando con un gol de Arturo Vidal a los 65 segundos de partido. Llegó en ese tipo de acciones que el Barça suele despreciar, desde un centro lateral. No se prodiga el equipo culé mucho en estas acciones ofensivas, sin embargo, demostró Jordi Alba que si hay un buen envió al área siempre se crea una ocasión de gol.

Vidal marcó y el Barça dominó hasta marcar el segundo el danés Braithwaite. El ex del Leganés se estrenó como goleador blaugrana y celebró de la mejor manera posible la vuelta.

El Barcelona volvió a evidenciar los problemas que Leo Messi tiene con Griezmann. Si no hubiera jugado Suárez quizás la gente no se habría dado cuenta de lo que cada día es más evidente. El argentino pasa del francés y no le busca, no le pasa. Con Suárez en 15 minutos crearon 4 ocasiones de gol claras, con Griezmann no crearon ninguna.

El argentino deja de nuevo claro que quiere que el francés deje el equipo cuanto antes. Bartomeu alucina con la situación y siente que ha perdido el control sobre el argentino. Además, le ha ofrecido la renovación, que no deja de ser una muestra más de que el poder que tiene Messi en el club es inagotable.

Griezmann vive esta temporada con una sonrisa triste. Vino para ser el sucesor de Messi, al menos para vivir a su sombra, y el de Rosario le ha dejado al sol para que se queme. El vestuario se posiciona a favor o en contra de uno y otro. Todo está roto.