Messi corta cabezas en el Barça (y hay sorpresas muy sonadas)

El argentino estalla

Messi no pudo contener la rabia una vez finalizado el encuentro ante el Liverpool. El cuatro a cero en Anfield deja fuera al Barça fuera de la Champions League y nubla una temporada que apuntaba ser histórica y en la que había grandes esperanzas de conquistar el triplete.

Habrá salidas. Muchas. Queda comprobado que este equipo ya no es lo que era y que con esta plantilla es prácticamente imposible aspirar a ser los reyes de Europa. El primero que se irá será Valverde.

El técnico extremeño no encaja en el Camp Nou. Su propuesta de futbol, demasiado rácana y defensiva, no gusta en una afición que ya le ha pitado más de una vez. Tras el descalabro en Roma, otra hecatombe de igual o incluso mayor dimensión le deja en la cuerda floja.

Junto a él, se irán dos futbolistas con un papel testimonial. Vermaelen y Miranda no cuentan y saldrán en junio. Otro cuya marcha está sobre la mesa es Umtiti, que dejaría dinero en las arcas y hueco para Matthijs de Ligt.

También queda muy señalado Sergio Busquets. Su nivel ha decaído enormemente y, sumado a su edad, invita a pensar en que quizás ya le hace falta un relevo generacional, que le discuta el puesto o incluso se lo arrebate.

Rakitic también tiene posibilidades de abandonar el barco. El croata tiene ofertas para salir y firmar su último gran contrato en un equipo ‘top’, con el Inter, el PSG y la Juventus al acecho.

Otro que no cuenta es Rafinha, actualmente recuperándose de una grave lesión. El mismo camino le espera a Malcom, que apenas suma 872 minutos este curso.

La lista de bajas sigue con Coutinho. No hay nada por decir del brasileño. Su nivel roza la mediocridad y su elevado salario no se ve justificado con su papel sobre el terreno de juego. El ‘7’ encadena un ridículo tras otro. El último, en Anfield, ya le ha hecho tocar fondo.

Por último, Ousmane Dembélé. Demasiado intermitente y asediado por problemas físicos. Si llega una propuesta convincente, se estudiará detenidamente.

Pero el daño ya está hecho…