El Madrid que dejará Florentino tras su retirada: sus cuatro pilares

Dos de ellos ya están en marcha y los otros dos son su principal batalla desde ya

El presidente blanco sabe que su final está cada vez más cerca. Pero también tiene claro que, tras una etapa dorada como presidente del club más laureado del planeta, no se quiere ir de cualquier manera. Es por ello que se ha marcado cuatro objetivos clave a conseguir en estos últimos años como máximo dirigente del Real Madrid:

El primero y más impactante es el nuevo estadio Santiago Bernabéu. Florentino hace años que se convenció de que la casa del club debía modernizarse para adaptarse al siglo XXI pero sin perder su esencia. Es por ello que se decidió mantener la sede blanca en la Avenida de Concha Espina con Castellana y remodelar un estadio construido a mediados de los años 40. Para ello se han invertido más de 500 millones de euros (se habla que los costes ascenderán definitivamente casi a los 800 millones) y su estreno se espera para el comienzo de la temporada 2022-2023.

Con este objetivo ya en marcha, el segundo pilar de Florentino es cerrar la renovación de un Sergio Ramos que ha hecho una de sus mejores temporadas en el Real Madrid. Nada más ganar la Liga el pasado jueves fue el propio presidente quien aseguró que “Ramos jugará en el Real Madrid hasta que él quiera”. Aunque las renovaciones son año a año por la edad del jugador (34 años) la intención del club es que Ramos se retire en el equipo blanco y aún parece quedarle al camero pila para rato.

La tercera pata del banco es el fichaje de Kylian Mbappé. A Benzema aún le queda fuelle pero Florentino quiere irse del Madrid con Kylian vestido de blanco como el mejor legado para la próxima década del club blanco. Es por ello que también el jueves, tras la consecución de LaLiga, aseguró que la operación Kylian tendrá que esperar un poco más, pero a la vez dio a entender que el fichaje se intentará. La intención que tiene Florentino es esperar al verano de 2021 o de 2022, cuando Mbappé estará cansado de una liga, la francesa, poco competitiva, y quiera asumir nuevos retos. Es ahí donde Florentino estará listo para rematar un fichaje que se lleva cocinando desde verano de 2018, cuando se le escapó de las manos y Kylian pasó del Mónaco al PSG parisino.

Por último y no por ello menos importante, Florentino quiere dejar bien atado el banquillo madridista. Si por el fuera Zidane sería el entrenador del Real Madrid, al igual que Ramos, hasta que él quisiese. El problema es que Zidane ya ha avisado alguna vez que no se ve muchos años en el banquillo y de ahí que Florentino busque un entrenador del estilo Zizou para los próximos años, una vez deje de ser el presidente blanco. Quien está mejor situado ahora mismo es Raúl González Blanco. El eterno capitán es, como Zidane, un futbolista que lo ha sido todo en el fútbol, que se ha ganado el respeto con su esfuerzo y talento y que además no busca la polémica ni la confrontación. Si Raúl hace buen papel con el filial blanco en las próximas temporadas será la cuarta pata del banco que Florentino quiere dejar cuando él se vaya del club.

Habrán sido más de dos décadas de presidencia plagadas de éxitos y de crecimiento pero Florentino quiere poner la guinda marchándose con un club asentado en el siglo XXI y con un gran porvenir por delante. Será el legado de Florentino Pérez.