Luis Suárez se la guarda a Koeman y al Barça: justo el sábado explota

El delantero del Atlético de Madrid quiere su venganza

El Barcelona consiguió ayer una victoria de mucho peso y mérito en Mestalla (2-3), y no tanto por la entidad del rival, el Valencia, que ha visto días mejores, sino por tratarse de un partido trampa, donde los culés se pusieron por detrás en el marcador y donde la presión, con el Atlético y el Madrid apretando, podía haber pasado factura a los de Ronald Koeman, que se recompusieron para jugarse media liga este sábado ante el Atlético, el líder; sí, el Atleti de Luis Suárez, que llegará con ganas. Y es que justo este fin de semana el charrúa podrá vengarse de las afrentas recibidas; lleva tiempo pensándolo.

Porque no existe un guion más perfecto para aquel que desea desquitarse de las ofensas recibidas, como es el caso de Suárez con el Barcelona, que el que se plantea este próximo sábado en el Camp Nou, donde el Atlético, único de los cuatro equipos de arriba que depende de sí mismo para llevarse el título, puede tumbar al Barça definitivamente y poner pie y medio sobre la baldosa de campeón de liga en el cajón final.

Y de entre todos los jugadores del club colchonero no hay ninguno que le tenga más ganas al club azulgrana y sobre todo a Ronald Koeman que el uruguayo, el cual fue empujado a salir contra su voluntad de la entidad catalana el pasado verano. En su día, en la rueda de prensa de despedida, Suárez fue caballeroso, pero sí dejó a la vista su disgusto por las formas tras tantos años de servicio activo y efectivo en Can Barça.

Y, claro, con la liga en juego y cuatro equipos implicados en ella -ellos, los propios culés, Madrid y Sevilla- qué mejor escenario -el del rival y ex equipo del nueve rojiblanco- que el Camp Nou para sentenciar al Barça, a Koeman (que puede no continuar si no gana la liga) y darle el título al equipo del Cholo Simeone, que hasta la fecha es quien más lo ha merecido de cuantos equipos están implicados en la pelea por el cetro que todavía pertenece al Real Madrid. Suárez ha esperado y ahora es el momento de la venganza, que el sábado explotará.