¡Lista de la vergüenza! Y Eden Hazard está por delante de Gareth Bale

En el Real Madrid han hecho diversos fichajes que no han salido como se esperaba. Bien por rendimiento, o, en cl caso de muchos, por las constantes lesiones, que no le han permitido tener continuidad, ni desplegar su máximo nivel. El caso más evidente sobre eso es un Eden Hazard que encabeza la lista, pues es el que ha tenido más lesiones, algunas, de un carácter grave. Pero, en especial, lo que le hace ser el líder son las grandes expectativas que había sobre él.

Y, como no, su elevado precio, de 160 millones de euros, una burrada. Muy por atrás está Gareth Bale, que, si bien también tuvo muchos problemas físicos desde su llegada, en especial, en los últimos años, sí que rindió bien. No hay que olvidar que marcó en dos finales de la Champions League, y que ganó un gran número de títulos, teniendo un rol bastante importante. Lo que empaña su paso por el cuadro blanco es su actitud y sus últimas dos temporadas.

Al astro belga, solo se le acerca un Kaká que también fichó Florentino Pérez, y que llegó junto a Cristiano Ronaldo y Karim Benzema. Pero, de los tres, fue el único que no pudo asentarse ni consolidarse, y al año siguiente perdió la titularidad. Demostró ser muy frágil, y tampoco se le recuerda ninguna actuación destacada, como las que hizo en el AC Milan, donde ganó el Balón de Oro en 2007. Desde que llegó al Santiago Bernabéu, nunca más pudo relanzar su carrera.

Por nivel, el peor de todos, sería Jonathan Woodgate, que ya llegó lesionado de gravedad, y no pudo debutar hasta la siguiente campaña. 14 partidos sumó en total en su periodo en el cuadro blanco, siendo incapaz de cumplir las expectativas, que, eso si, eran bastante moderadas. Era un desconocido para muchos, pese a su buen hacer en el Newcastle United. Quizás por eso está tan abajo, pese a tener un debut poco afortunado, con gol en propia y expulsión.

Para acabar, otro que levantó mucho revuelo, pues Robert Prosinecki era el líder del Estrella Roja que fue campeón de Europa en 1991.

Ni se adaptó, ni triunfó, y años después acabaría en el Barça, donde tampoco brilló.