Lewandowski, Dembélé, Raphinha y un punto de inflexión: el Betis y Pellegrini tienen un plan
El conjunto verdiblanco ya puso en serios apuros al Barcelona en la Supercopa
Se reedita la apasionante semifinal del Supercopa de España esta noche (21.00, hora española) en el Estadio Benito Villamartín en el día del regreso de Robert Lewandowski, pero también en el primer día -de una larga lista- sin Ousmane Dembélé, lo que añade y resta a partes iguales a Xavi y el Barça. Enfrente, un conjunto verdiblanco de Manuel Pellegrini que ya sabe cómo dañar a un Barcelona donde además de la oportunidad de poner tierra de por medio en LaLiga, le surge la de Raphinha en particular, la mejor que ha tenido vestido de culé.
Vaya por delante que el club catalán ha situado la visita al estadio verdiblanco en rojo en el calendario: saben, tanto el míster como los jugadores culés, que el coliseo sevillano es un campo difícil, de un potencial rival en las fases finales de la Europa League y, por tanto, una advertencia pero también una oportunidad para asentar un liderato que, de ganar, dejaría virtualmente al Madrid a ocho puntos. Cosa seria.
Y si de oportunidades tenemos que hablar, la baja de El Mosquito le otorga a uno de los grandes fichajes del Barça, el brasileño ex del Leeds, una opción única de rendir; la tendrá hoy pero también durante todo este mes largo que estará el galo fuera de los terrenos de juego, lo que es la vez ventaja y prueba de fuego para un internacional con la canarinha que hasta el momento no ha encandilado ni a Xavi ni al aficionado del Camp Nou.
El Betis es sexto, con 31 puntos, y está a solo cuatro de la zona del Champions League, que ocupa el Atlético de Madrid, pero también metido en una dura pugna por conservar los puestos europeos; o lo que es lo mismo, los locales necesitan ganar o al menos puntuar en este partido y se lo pondrán complicado al Barça, como ya hicieron en la Supercopa donde solo los penaltis decidieron la balanza en favor de los blaugranas. Fekir, Canales, Borja Iglesias y Kuiz Henrique, las amenazas béticas.
En definitiva, partido de altos vuelos que mira de reojo el Real Madrid: un tropiezo culé daría alas a los blancos; una victoria visitante sería presión directa a un Madrid con dudas.