Leo Messi y Ronald Koeman protagonizan una fuerte pelea en el Barça

El argentino vuelve a pensarse su futuro

Sergio Agüero dio ayer el primer gran paso para acabar aterrizando en el Barça este verano, cuando su contrato expire. Porque anunció, de manera pública, lo que es un secreto a voces desde hace tiempo, y es que abandonaría el Manchester City una década después de su llegada. En los últimos cursos había ido perdiendo protagonismo de manera paulatina, y cada vez contaba con menos minutos, también, por culpa de las lesiones. Algo que ha afectado en su rendimiento.

A sus 33 años, ya había reiterado en varias ocasiones que no tenía la intención de retirarse en la Premier League, donde es el extranjero con más goles. Probablemente, estamos ante el crack más importante y diferencial que ha pasado nunca por el conjunto ‘skyblue’, y del que espera irse por la puerta grande, conquistando el título que le falta en sus vitrinas. Ese no es otro que la Champions League, donde en cuartos de final se verán las caras con el Borussia Dortmund.

Y muchos ya auguran que ‘el Kun’ volverá a La Liga Santander, donde se dio a conocer, y dio sus primeros pasos en Europa. Pero no lo haría para jugar en el Atlético de Madrid de Diego Pablo Simeone, donde ya tienen a Luis Suárez, si no para vestir de azulgrana. Joan Laporta le había elegido a él como su nuevo ariete titular, una posición que está huérfana, y jugaría un papel importante para convencer a Leo Messi, su mejor amigo, de que se quede.

Todo parecía hecho y pactado para que Agüero acabara en el Camp Nou, pero se han topado con un obstáculo de última hora. Y tiene nombre y apellido: Ronald Koeman, que se ha encargado de vetar la contratación del astro argentino, formado en Independiente de Avellaneda. El motivo no es otro que su avanzada edad, pues cree que es pan para hoy y hambre para mañana, y sus problemas físicos, que parecen crónicos. Además, no cobraría poco.

Para eso, el técnico holandés prefiere mil veces antes a su compatriota Memphis Depay, que también se irá libre del Olympique de Lyon.

A Messi no le ha hecho ni pizca de gracia.