Leo Messi solo es el primero: empiezan las fugas del Barça, se van

Ronald Koeman tiene otras dos bombas internas con la que lidiar

La situación del FC Barcelona es un polvorín y tiene tantas dudas insertas que apenas se alcanza a vislumbrar cuál debe ser la forma de abordar el problema en su conjunto. Desde la estrella, Leo Messi, que se quiso ir pero se ha quedado obligado, pasando por los graves problemas financieros, la fuga de talento de La Masía, las lesiones, los escándalos de espionaje interno o los fichajes millonarios fallidos, la entidad blaugrana tiene mucho trabajo por delante; ahora bien, veremos si hay tiempo para solucionarlos porque hay algunos nombres ilustres que piden salir.

El más eminente y conocido fue el de Messi, con burofax mediante, situación que apunta a repetirse este próximo verano. Con todo, no es el único. Y es que los jugadores de la cantera blaugrana cuentan poco para Koeman, al menos ellos dos, y ambos buscan una salida a sus respectivas situaciones. Cierto es que el central Óscar Mingueza ha podido dar un paso al frente, pero casi es la excepción que confirma la regla.

Y es que Ronald Koeman apenas cuenta con los jugadores formados en las categorías inferiores del Barça, salvo la excepción de Ansu Fati, que ya era importante la pasada temporada, o, como decimos, Mingueza, introducido en dinámica de grupo más por las bajas y la imposibilidad económica de fichar que por una apuesta real. Y si no que se lo digan a Carles Aleñá y Riqui Puig, los cuales, entre los dos, no juntan más de 300 minutos de juego.

Precisamente el primero de ellos es el que habría pedido su salida en enero como hiciera la temporada pasada rumbo al Betis, y esta vez es el Getafe el que quiere hacerse con sus servicios. Por su parte Puig ha sido reticente a salir, ya que Koeman quería venderlo, pero su entorno sí está por la labor de que el Barça permita una cesión que le otorgue más minutos y le dé posibilidades de sacar todo su talento. Ambos, en cualquier caso, se quieren marchar porque ven que no contarán para Koeman: sigue el desgaste de La Masía y de la filosofía moderna del Barcelona.