Leo Messi pide una segunda oportunidad para este jugador del Barça

Se lo ha ganado y ha hecho méritos para ello

El que tuvo, retuvo, y ese es el ejemplo que ha dado Samuel Umtiti en las últimas semanas. Porque, si bien está lejos de su mejor nivel, ese que exhibió en sus primeros años en el Barça, al menos ha dejado un buen sabor de boca en los partidos que ha jugado recientemente. En especial, en la última jornada de La Liga Santander, ante el Athletic Club de Bilbao de Marcelino García Toral, ganando un gran número de balones aéreos, y ayudando a conseguir los tres puntos.

Poco a poco asoma la cabeza, y va haciendo méritos para recuperar el puesto de titular. Ese que perdió en 2018, poco después de su renovación, tras ser tanteado por un gran número de equipos, como el Manchester City de Pep Guardiola. Y es que empezó teniendo problemas en las rodillas, pero decidió forzar, y acudir al Mundial de Rusia. Una decisión que no gustó mucho en el club azulgrana, pero que fue entendible. Y más, después de que salieran campeones.

El problema con el ex del Olympique de Lyon, que era considerado uno de los mejores del planeta, y una de las operaciones más exitosas en los últimos años, pues costó solo 25 millones de euros, es que siguió con molestias. Hasta que tuvo que parar, y desobedeció a la directiva del Camp Nou, tratando de evitar el quirófano, y apostando por un tratamiento más conservador. La jugada le salió mal, y estuvo más de medio año sin poder jugar.

En el Barça generó un enfado terrible, y desde entonces no ha vuelto a ser el mismo, además de estar constantemente lesionado. Pero, al 100% o no, Umtiti ha demostrado que es de garantías, y que, tras Gerard Piqué, es el segundo mejor zaguero del equipo. Muy por delante de su compatriota Clément Lenglet, que fue el que le robó el puesto, y que este curso está siendo una de las notas negativas. Leo Messi lo tiene claro, y pide a Ronald Koeman que apueste por el ‘23’.

A parte, la esperanza no está del todo perdida, y hay quien confía en que pueda volver a asomar la cabeza.

Parece complicado, pero no imposible.