Leo Messi consigue uno de sus deseos: su renovación, más cerca
El Barça traza un nuevo plan para retenerle
Leo Messi estaba tremendamente enfadado, y de nuevo parecía estar más fuera que dentro del Barça. No es para menos, después de otra derrota en el Clásico contra el Real Madrid, la tercera consecutiva, y de escuchar como el fichaje de Sergio Agüero se había enfriado. El motivo no era otro que la orden de Ronald Koeman de no traer a un jugador que ya sobrepasa la treintena, y con holgura, y cuyo mejor momento ya es cosa del pasado.
Pero Joan Laporta ahora ha decidido desobedecer al técnico holandés, por varias razones de peso. La primera es porque su continuidad vuelve a estar en el aire, y puede no seguir en el banquillo la próxima campaña, en caso de que no consiga unos buenos resultados en las próximas semanas. Además, tiene claro que debe de retener a ‘la Pulga’ sea como sea, y, si eso implica fichar al astro del Manchester City de Pep Guardiola, lo hará.
Obviamente, es consciente de que ‘el Kun’ ya no está a su 100%, y que viene arrastrando problemas con las lesiones. Pero es que, a decir verdad, tampoco tiene opciones más atractivas en el mercado, teniendo en cuenta las dificultades económicas por las que atraviesan. Otra cosa no, pero el internacional argentino aportaría una gran experiencia, y mejoraría lo que hay en la plantilla, desde luego. Y juega con la ventaja de conocer La Liga Santander.
Además, el ex de Independiente de Avellaneda y Atlético de Madrid ha dejado claro que, con tal de vestir de azulgrana, estaría dispuesto a rebajarse el sueldo notablemente. Parece, pues, que estaría muy seducido ante la posibilidad de aterrizar en el Camp Nou, y firmar un último gran contrato en la élite. Una idea que Messi apoya a muerte, pues su mejor amigo, y que le llevaría, otra vez, a considerarse la firma de un nuevo vínculo.
A parte, mejor que Memphis Depay, que ni siquiera es un nueve puro, es. Koeman es el único que no estará nada contento, pues sigue insistiendo en el crack del Olympique de Lyon.
Pero Laporta tiene claras sus preferencias, y no hay marcha atrás.