Leo Messi alucina: la decadencia de un ex compañero en el Barça

Malcom fue uno de los peores fichajes que se hicieron en la era de Josep María Bartomeu, y eso que el listón está muy alto. Tras despuntar en el Girondins de Burdeos, llegó al Barça a cambio de unos importantes 40 millones de euros, en verano de 2018. Para muchos, era un desconocido completamente, pero quedaron impresionados al ver sus regates y sus goles en la Ligue 1. Lo que no contaban era el salto de nivel que había, que era tremendo, de una competición a otra.

Y, como se reconoció un tiempo más tarde, los ojeadores apenas habían visto partidos suyos. Se dejaron llevar por el instinto de Monchi, que trató de reclutarle para la AS Roma, y que le llegó a tener apalabrado. Confiaron en el que el director deportivo, actualmente en el Sevilla, no se equivocara, y se lo quitaron a los italianos, como modo de venganza por su eliminación en cuartos de final de la Champions League. Pero no hay que repetir como salió el invento.

Fue un fracaso absoluto, y apenas duró un año en el Camp Nou, pues no tuvo casi oportunidades ni minutos. Tampoco es que hiciera buenas migas con Leo Messi, Luis Suárez, Gerard Piqué y el resto de pesos pesados en el vestuario, y no aprovechó los pocos partidos que jugó. Por lo único que será recordado es por su gol al Real Madrid en Copa del Rey, de rebote, para poner el empate. Nada más. Y se acabó yendo al Zenit de San Petesburgo.

Al menos, lograron recuperar lo invertido en su momento. Malcom, que llegó a ser convocado por la selección brasileña, pero sin debutar, esperaba relanzar su carrera, y dar un paso atrás, para luego dar uno, o varios, hacia adelante. Pero nada más lejos de la realidad, lo que ha hecho es seguir hundiéndose, y no ha dejado de devaluarse. A sus 23 años, está acabado, y ya nadie confía en que algún día podamos volver a verle en un equipo de primer nivel.

Le costó ser titular, y tan solo lleva un gol. El canterano del Corinthians le echa la culpa al Barça de todos sus males.