¡Le ha dicho ‘no’ a Laporta y piensa en la retirada! Bomba inesperada

Una noticia que no entraba en los planes.

Joan Laporta no para de buscar alternativas para hacer crecer su propuesta de proyecto deportivo. Esta vez, el aspirante a la presidencia azulgrana habría recibido la negativa de un protagonista para el cargo que considera como punto neurálgico del desarrollo efectivo de un proceso, nos referimos al puesto de director deportivo. El dirigente que le ha dicho ‘no’ al abogado catalán, en realidad tendría otros planes de retirada para su futuro a mediano plazo.

La apuesta de Laporta para su nueva dirección deportiva era Ramón Rodríguez Verdejo, mejor conocido como Monchi. El fantástico trabajo del nacido en San Fernando durante sus dos etapas en el Sevilla y una en la Roma lo vuelven uno de los mejores del mundo sin lugar a dudas. A sus 52 años de edad decidió declinar la propuesta de trabajo, ya que no pretende estar mucho tiempo más en esta clase de cargos.

Esta intención de retirada en menos de lo esperado por el Sevilla ha caído como una bomba para la dirigencia, pues nuevamente el trabajo realizado estaba siendo espectacular. Jules Koundé y Lucas Ocampos son la evidencia de que el buen ojo de Monchi sigue vigente. Las palabras del director deportivo nervionense para BBC que preocuparon sobre su futuro fueron: “Le debo todo a mi familia, a mis amigos y también a mí mismo. Necesito devolverles ese tiempo. Incluyéndome a mí. Es por eso que no estaré aquí por mucho tiempo. Mis hijos, de 27 y 21 años, se criaron en estas circunstancias”. A esto agregó: “Le doy tanta prioridad al club que sacrifico mi bienestar. Pero me considero un privilegiado. He estado haciendo lo que soñaba cuando era niño, aunque algún día tendrá que terminar”.

Laporta acumula contratiempos en la carrera electoral

Esta ha sido la carrera electoral más complicada para Laporta hasta ahora, ya que todavía no se ha podido definir la gran mayoría de planes que tiene para el club. Con Pep Guardiola descartado, las propuestas de fichajes cada vez más difíciles y la negativa de algunos dirigentes para sumarse al barco, se suman problemas a lo que parece una misión titánica para salvar al Barcelona del abismo que lo persigue últimamente. Todavía resta tiempo, pero ¿será suficiente para revertir la situación?