Las cuentas de Laporta agravan el caos del Barça: esta vez sí, Koeman

El presidente catalán está dispuesto a tomar la decisión más importante del año

La dinámica tan irregular que está viviendo el FC Barcelona tuvo su punto álgido tras la disputa del El Clásico el pasado domingo, cuando Ronald Koeman fue increpado por muchos seguidores a su salida del estadio y donde fue duramente criticado e insultado por los más radicales. Por ende, este escabroso suceso simboliza perfectamente el estado de ánimo que se vive en la Ciudad Condal con la situación del equipo y ahora Joan Laporta sí que parece estar dispuesto a tomar la decisión de fulminar al entrenador neerlandés de su puesto, según han afirmado diversos medios en las últimas horas.

El Barça ha cosechado 15 puntos de los 27 posibles en LaLiga y en la Champions League la situación no puede ser más crítica: tras haber ganado solamente 3 de 9 puntos, el equipo deberá apelar a la épica para subsanar el mal arranque de competición y poder colarse como segundo de grupo en los octavos de final.

Eso sí, si los resultados del equipo están dejando mucho que desear de por sí, las sensaciones mostradas solamente han aumentado esa tensión que se vive en Can Barça actualmente, con un Koeman constantemente señalado como el culpable de las desdichas del club. Tras la derrota contra el Atlético de Madrid el pasado 2 de octubre, el técnico estuvo a punto de ser destituido, pero Laporta decidió reafirmar su continuidad con vistas a revertir la situación cuando todos los efectivos del vestuario se recuperasen de sus lesiones.

No obstante, la derrota en El Clásico ha dejado más mermado de lo esperado al club y, algunos medios ya están haciendo eco de la premisa que el presidente está dispuesto a llevar a cabo: si Koeman no logra la victoria en los tres próximos partidos, será destituido como entrenador del FC Barcelona.

Rayo Vallecano, Alavés y Dinamo de Kiev son los compromisos que deberá enfrentar el conjunto blaugrana de forma inminente y son los tres choques en los que Koeman tendrá que gastar sus últimas balas para tratar de salvar el puesto, cambiar la opinión de Laporta y despejar algunas de las dudas generadas en estos dos primeros meses de competición, aunque desde luego que las sensaciones no invitan a pensar que el equipo podrá cumplir con esa misión: momento crucial.