Laporta y Florentino exaltan la guerra tras Nochevieja: máxima tensión
Los dirigentes de Barça y Madrid deben salir victoriosos
Es bastante común tirar del tópico cuando se trata de hablar de un enfrentamiento entre el FC Barcelona y el Real Madrid, ese que apunta a que las sensaciones y las trayectorias no cuentan cuando se trata de un Clásico. La diferencia es que, en cierta forma, el próximo es de los más especiales, porque mete mucha presión a los dos contendientes y hace crecer la máxima tensión en Joan Laporta y Florentino Pérez después de Nochevieja.
Porque por si ustedes no se han dado cuenta, el 12 de enero, con eliminatorias de Copa del Rey por medio, se juega el segundo Clásico de la temporada y en este caso, a diferencia del acaecido en el Camp Nou, hay un título en disputa, la Supercopa de España. Está claro que el Barcelona llega mucho peor a la cita, eliminado de la Champions League, con una grave crisis de juego y resultados, apurado en lo económico y a una distancia de los blancos de 18 puntos en LaLiga, pero, ¿qué mejor escenario para una resurrección que ante el Madrid? En la campaña 2015/16 el Madrid estaba muerto, ganó en el coliseo culé y terminó alzando la Liga de Campeones al final de temporada.
Tengan en cuenta que el Barça, pese a todo lo malo de esta y la pasada campaña, al menos conquistó un título en la 20/21, la Copa del Rey, cosa que no hizo el Madrid. Es verdad que la liga española la tiene encarrilada, pero ese título se decide en mayo, este no. Ni que decir tiene que si al Madrid le urge ganar un título pese a su buen momento, al Barça una derrota ante el eterno rival terminaría por lapidarlo.
Así, el día 12 se ven las caras Barça y Madrid en Riad (Arabia Saudí) por un puesto en la final del día 16, donde tendrán como adversario al Atlético de Madrid del Cholo Simeone o al Athletic Club de Bilbao de Marcelino; ambos, rivales muy complicados. Que ganar el Clásico para Xavi o Ancelotti, Laporta o Florentino, no garantiza el título es un hecho, pero es un trago anímico que a los dos les viene a pedir de boca. No, la Supercopa no será decisiva en la temporada, pero sí la va a condicionar, ya que un grande afronta con otra cara el resto del camino cuando un título descansa ya en sus vitrinas.