Laporta se desespera con otros dos casos como Umtiti: sus salidas serán una ruina de 27M del Barça

El conjunto blaugrana debe dar salida a esos jugadores si quiere fichar

Cuando parecía que la situación económica del Barça comenzaba a ir por buen camino, la necesidad de dar salida a ciertos jugadores ha provocado una gran desesperación en el seno del conjunto blaugrana, que esperaba poder encontrar acomodo con facilidad a varios de sus jugadores. Algo que, pese al buen rendimiento de la mayoría de sus cedidos, no será tan sencillo y amenaza con enquistarse hasta el final del mercado de verano. En este caso, se trata de Clément Lenglet y Segiño Dest, dos piezas con las que Xavi ni cuenta ni quiere contar en ningún momento.

Lenglet, un sueldo mortal

El central francés es uno de aquellos jugadores que aprovechó la incompetencia de la junta directiva de Josep María Bartomeu para ‘pescar’ un contrato que jamás se hubiera imaginado. A raíz de aquello, el galo debe cobrar una ficha que le costará al Barça, cerca de 16 millones de euros de cara a la próxima temporada. Unas cifras terribles para un jugador cuyo rendimiento no está ni cerca del mínimo exigible en el Barça.

Lenglet abandonó el Barça en calidad de cedido para relanzar su carrera en el Tottenham, donde ha cuajado una temporada más que correcta. Sin embargo, los spurs, conscientes de la imperiosa necesidad del Barça por quitarse de encima al jugador, están a la espera para rebajar tanto como puedan el precio a pagar por el jugador, tanto en términos de sueldo, como de traspaso.

Dest, ni rendimiento ni esperanzas de venta

El caso del estadounidense es todavía peor que el de Lenglet, pues en este caso no ha llegado a contar con ninguna oportunidad en su paso como cedido en el AC Milán, donde apenas ha disputado 14 partidos en toda la temporada, donde ni ha marcado ni ha asistido en ningún gol.

El ex del Ajax no tiene ninguna oferta sólida encima de la mesa y todo apunta a que Xavi tendrá que quedarse con él, como mínimo hasta el final de la pretemporada, donde se tomará una decisión definitiva con su futuro a la espera de saber si algún club llega a mostrar interés por él.

Así pues, hay una gran desesperación en las oficinas del Camp Nou para dar salida de una vez a dos dramas económicos que si no salen, le costarán al Barça un total de 27 millones de euros, una auténtica ruina financiera.