Laporta no lo quiso traer: el jugador que provocó la salida de Messi

Otro motivo explica su fuga del Barça

Leo Messi salió en rueda de prensa a dar su versión sobre su salida del Barça, tan dolorosa y traumática como inesperada. Y dejó varios dardos a Joan Laporta, asegurando que él había hecho todo lo posible por seguir, pero que no tenía tan claro si la directiva había puesto toda la carne en el asador. Eso si, hay varias fuentes cercanas al presidente que aseguran que, en todo momento, la idea fue la de retener al capitán y a la gran estrella del equipo.

Pero en todo momento tenían claro que no había nadie por encima de la entidad, y que no harían locuras. Así lo explicó también en redes sociales, replicando a un mensaje de Javier Tebas, y diciendo que no estaba dispuesto a hipotecar y endeudar más el club por un futbolista. Además, se ha conocido que, una buena parte del enfado y la decepción del seis veces ganador del Balón de Oro, fue provocado por no haberle traído a una petición suya. Ese honor es para Cristian Romero.

Con el central coincidió en la selección argentina este verano, con la que ganó la Copa América. Y, además de hacer buenas migas, impresionó a ‘la Pulga’ gracias a sus tremendas habilidades a la hora de defender. Es rápido, fuerte, inteligente, tiene buen manejo de balón, y un carácter aguerrido, de líder. Con razón se entiende que haya sido elegido mejor zaguero de la Serie A, después de su gran campaña en las filas del Atalanta de Bérgamo.

Allí jugaba a préstamo por la Juventus de Turín de Cristiano Ronaldo, que se hizo con él tras despuntar en el Genoa. Sin embargo, y pese a su gran desarrollo, Massimiliano Allegri no le encontraba hueco en sus planes, motivo por el que estaba en el mercado. En el Camp Nou estaban atentos a él, pero decidieron descartarle, pues Ronald Koeman no le quería. Necesitaban centrales zurdos, y no diestros, de lo que ya andan sobrados. Algo que enfadó mucho a Messi.

Romero, por su parte, acabó firmando por el Tottenham Hotspur la semana pasada, a cambio de 55 millones de euros.

Casi nada.