Laporta, dispuesto a cumplir su amenaza con Umtiti: guerra a la vista

El asunto se está complicando por momentos y su final tiene muy mala pinta

Era aún verano cuando, desde el Fútbol Club Barcelona, se anunciaba aquello de que el equipo rescindiría contratos de jugadores que no interesaban a la secretaría técnica y que no estaban poniendo facilidad alguna para salir del conjunto azulgrana.

Aquello era más una amenaza para mover el árbol y obligar a los jugadores acomodados a buscar una salida que algo real, puesto que dicha acción es de dudosa legalidad y podía traer más problemas añadidos a una entidad que ya está hasta arriba de dificultades. Aún así, el club llevó a cabo su amenaza con uno de sus jugadores, Matheus Fernandes (aquel centrocampista que fichó por 7 millones de euros y al que no llegó ni a presentar).

El brasileño no era de los que más cobraba y la multa por llevarlo a cabo, en caso de ser denunciado por el jugador y de que el juez diese la razón a Matheus, no sería excesiva. Pero con los Coutinho, Dembélé o Umtiti el caso era bien distinto, ya que sus contratos son millonarios y las multas a pagar podían ser también escandalosamente elevadas.

Es por ello que la amenaza quedó ahí y la temporada se inició con los tres jugadores mencionados formando parte de la plantilla. Uno de ellos, Dembélé, está inmerso en un proceso de negociación por su renovación, aunque en las últimas horas se ha sabido que está bastante encallada y que tiene más visos de no hacerse que de lo contrario.

En cuanto a los otros dos futbolistas, uno de ellos tiene algo más de cartel y algunos equipos están interesados en hacerse con sus servicios si este se baja el sueldo: se trata de Philippe Coutinho. El problema llega con el tercero en cuestión, Samuel Umtiti. El francés está muy lejos de tener un estado de forma óptimo para la máxima competición, algo que se pudo ver perfectamente en el partido que enfrentó a los catalanes con el Osasuna en Pamplona y donde a Umtiti se le vieron las costuras en más de una ocasión.

Su rodilla tampoco es ninguna garantía y en esas condiciones es muy complicado, por no decir imposible, que el jugador reciba oferta alguna cuando además, su sueldo es elevadísimo (actualmente el 5% de la masa salarial total del FC Barcelona, en torno a los 15,8 millones brutos).

Por todo ello Laporta y su equipo directivo se están planteando seriamente cumplir con la amenaza que lanzaban el pasado verano: rescisión de contrato. Que esta sea o no amistosa dependerá de la reacción de Samuel y de sus agentes. Si estos se avienen a negociar las condiciones de dicha rescisión está será amistosa, pero en el caso de no hacerlo la guerra estaría servida, pues sin la salida de Samuel es 100% seguro que el club no podría inscribir a su nuevo y flamante fichaje Ferrán Torres.