LaLiga da el ok a Florentino. 5 cambios en el Real Madrid desde el lunes
Se le complica la vuelta a Zidane
Florentino Pérez había consultado con su equipo médico las consecuencias de volver a jugar tras estar un mes y medio parados. Los servicios médicos del club fueron claros con Florentino: es una locura. Se preveían muchas lesiones y había que hacer algo. Dicho y hecho. El presidente blanco movió sus hilos para que llegara una petición a la Federación. Propusieron que los partidos tuvieran 5 cambios en lugar de los 3 que se hacen habitualmente. Se podrían hacer en 3 fases diferentes del encuentro, para evitar interrupciones y que los equipos se aprovecharan de la norma. LaLiga ha dado el ok y ahora solo falta que la FIFA lo confirme.
El resto de equipos de Primera y Segunda División estaban de acuerdo con la petición. Todos ven un problema en la vuelta y en competir en verano. Después de tanta inactividad, del estrés de la precipitada vuelta y de la presión añadida por las circunstancias, los equipos se atienen a lo peor.
Es una medida excepcional el permitir realizar 5 substituciones. Falta por ver ahora si van a aumentar el número de convocados por partido para darle al entrenador un mayor número de recursos. Lo que le faltaba a Zidane, complicarle un poco más la existencia.
Si algo le cuesta al entrenador francés es realizar los cambios. Pese a que tiene multitud de ayudantes analizándole el partido en directo, al técnico le cuesta dar el paso. Hasta el minuto 70 no suele hacer su primer movimiento. Suele ser un cambio además telegrafiado. Cambia a uno de los jugadores de ataque, generalmente al extremo izquierdo, y saca a otro jugador para la misma posición. Raramente cambia de sistema o mueve alguna pieza sobre el tablero.
Con las cinco sustituciones se van a abrir muchas posibilidades a los equipos de poder cambiar el signo del partido. Veremos ahora qué conjuntos están más trabajados y son más versátiles. Florentino se puede salir de nuevo con la suya, esta vez es por el bien de todos. No se le puede reprochar absolutamente nada.