La revolución de Koeman empieza con él: sentenciado tras la Supercopa

El entrenador del FC Barcelona lo tiene muy claro

Si hay algo por lo que la antigua directiva del FC Barcelona, liderada por Josep María Bartomeu, desembolsó cantidades desorbitadas para vestir de blaugranas a algunos de los mejores jugadores de Europa fue para que en los partidos decisivos dieran ese paso adelante que un equipo siempre necesita… aunque algunos están echando por tierra esas expectativas.

Philippe Coutinho podría ser la cabeza visible de esta lista de jugadores cuya versión en el Barça ha distado enormemente de lo esperado, pero Ousmane Dembélé tampoco se queda atrás. Bien es cierto que el extremo galo ha realizado un primer tramo de temporada bastante notable y éste ha sido una de las mayores amenazas del equipo en la parcela ofensiva, pero a la hora de la verdad su talento parece esfumarse por completo.

En la noche de ayer quedó una vez más en evidencia su falta de galones en los momentos críticos. El FC Barcelona, con un Messi muy renqueante por los problemas musculares que ha arrastrado durante toda la semana, sucumbió ante un férreo Athletic de Bilbao que terminó desquiciando a los de Ronald Koeman. Y la realidad indica que solamente Antoine Griezmann supo tomar el testigo del argentino en los metros decisivos del terreno de juego, aunque no fue suficiente para llevarse el título. El doblete del exfutbolista del Atlético de Madrid de poco sirvió, ya que Pedri y Dembélé (por nombrar alguno) apenas aportaron al equipo.

Ahora el francés se sitúa en el epicentro de las críticas por su nefasta actuación y por haber demostrado que, en los momentos más necesitados, no sabe dar ese paso adelante para el que fue fichado, ya que Bartomeu pagó más de 130 millones de euros para llevarle hasta Barcelona. Ya en la última ventana de fichajes el jugador estuvo a punto de marcharse al Manchester United por 70 millones de euros y todo hace indicar que los red devils volverán a la carga en el próximo verano, esta vez de forma definitiva.

El jugador no está del todo a gusto en Can Barça y Koeman, si continúa al frente del equipo, tiene tomada la decisión sobre su futuro, ya que la cantidad que dejaría en las arcas culés podría ser crucial para que el club se lance a por las principales pretensiones del entrenador, entre ellas Memphis Depay. Ousmane Dembélé es muy bueno, sí, pero solamente parece serlo en los partidos menos trascendentales y a cuentagotas: paso adelante... ¿pero lejos de Barcelona?