La gran mentira del Cholo Simeone que les salvó del mayor fracaso

Sale a la luz el secreto mejor guardado por el argentino

Ha sido una liga muy larga, mucho más que otras aun teniendo el mismo número de partidos, 380. El hecho de jugarse en plena pandemia, con estadios completamente vacíos, bajas constantes a causa de la enfermedad y plantillas más ajustadas que nunca como consecuencia de la crisis económica ha provocado que la competición haya sido más dura para todos y cada uno de los equipos que compitieron en ella.

Con todo y con eso, hay algunos, como siempre, a los que el sufrimiento les ha merecido la pena y otros que han visto como sus objetivos no se cumplían. Ayer en el José Zorrilla se pudieron ver las dos caras de una moneda: la alegría de los atléticos por un nuevo título liguero (ya son 11) y las lágrimas de los pucelanos por haberse consumado el descenso tras una más que decepcionante segunda vuelta en la que tan solo han logrado ganar un partido.

Y fruto de la felicidad que inundaba a la expedición rojiblanca el Cholo Simeone, capitán del barco y máximo artífice de todo lo que está logrando el club en esta última década, decidió sincerarse y contar desde cuando insistió a sus jugadores en que LaLiga estaba cerca y debían luchar para poder conseguirla. Para el técnico argentino esto sucedió hace cinco semanas, justo después del empate frente al Betis en Sevilla el pasado 11 de abril. Aquella semana fue el inicio de todo para Simeone gracias, eso si, a todos los puntos obtenidos hasta entonces.

A pesar de cambiar su mensaje de puertas hacia dentro, Simeone y su equipo técnico siguió insistiendo en que había que ir partido a partido y que aún era pronto para considerarse candidatos a LaLiga. Pero eso era solo una pose para quitar presión a los suyos. En el Cerro del Espino, donde se encuentra la ciudad deportiva de los colchoneros, Simeone y los suyos saludaban a los futbolistas cada día con un “vamos a ser campeones”.

De haber dejado de ganar esta liga la sensación de fracaso hubiese inundado a toda su afición por la enorme cantidad de puntos que sacaban a Real Madrid y Fútbol Club Barcelona allá por el mes de febrero. Pero, una vez más, Simeone ha demostrado que ha sabido medir a la perfección los tiempos y los mensajes hacia el vestuario y hacia la afición.