La actitud de Zidane harta a parte del vestuario que piden más dureza

El sector duro quiere que su técnico adopte un papel como el de Koeman en el Barça

Quién no llora no mamá dice aquel viejo dicho que, para una parte del vestuario del Real Madrid parece ser muy cierto y más en días como el de hoy. Ayer, en el partido liguero que enfrentó a Real Madrid y Atlético de Madrid en el Wanda Metropolitano, el derbi se saldó con empate a 1 y la dosis de polémica arbitral vino a cargo de un posible penalti cometido por Felipe en la segunda parte del encuentro.

Si hay un tema que está generando controversia esta temporada en el deporte rey en España son, sin lugar a dudas, las manos dentro de las áreas. A comienzo de la temporada el comité de árbitros decidió aplicar la norma a rajatabla, la cual dice que una mano cometida por el defensor dentro del área será siempre penalti. Eso ha provocado que esta campaña se piten un sinfín de manos que antes no eran señalados como penaltis, pues se remitían al espíritu de la norma (que hubiese intención de golpear con la mano), y no a su aplicación estricta.

Pues bien, cuando ayer, tras un córner botado por el alemán Toni Kroos el esférico golpeaba en el brazo de Felipe, esto impedía a Casemiro alcanzar el balón y, por tanto, rematar a puerta. El colegiado fue llamado por el Var para ver la jugada repetida en el monitor pero Hernández Hernández decidió que la mano de Felipe era involuntaria y eso encendió a una parte importante del madridismo: ¿Pero no habíamos quedado en que esta temporada las manos eran juzgadas como tal? Muchos esperaban palabras duras de Zidane en la rueda de prensa, pero estas no llegaron. El francés no pasó más allá del clásico “los que pitan y juzgan son ellos y nada vamos a cambiar ahora desde aquí”.

En el vestuario blanco hay parte del grupo que quiere a un Zidane más duro, mucho más crítico con las decisiones arbitrales cuando estas, como la de ayer, según lo ven los jugadores, les ha perjudicado claramente. Entre ellos están los Courtois, Modric y Kroos, quienes ven mucho más práctico poner el grito en el cielo como hace Koeman, puesto que a la larga esto termina condicionando a los árbitros a la hora de tomar decisiones complicadas.

Por el momento ni Zidane ni el club, a través de su portavoz, Emilio Brutagueño, van a dar un paso más allá en sus declaraciones hacia el estamento arbitral, pero si en las próximas semanas se vuelve a dar algo así habrá que ver si finalmente estos escuchan al sector duro del vestuario que pide mayor crítica y dureza.