La actitud de Koeman y Piqué que no gustó nada a la directiva culé

El Barça, muy molesto con el comportamiento de su entrenador y su capitán

Anoche se vivió un nuevo Clásico cargado de tensión debido a lo que los dos equipos se jugaban además de la eterna rivalidad que ya de por sí siempre hace atractivos estos choques. Con un Madrid que necesitaba los tres puntos para agarrarse a la lucha por LaLiga y un Barça que tenía la oportunidad de dejar prácticamente sin oportunidades de campeonar a los blancos, comenzaba el Clásico menos Clásico de todos, pues se jugaba a puerta cerrada y además, en Valdebebas.

El Madrid dominó la primera parte y el Barça la segunda, pero el resultado final fue de 2-1 para los merengues, por lo que los puntos se quedaron en casa. Ahora bien, el apartado reservado para la polémica arbitral no fue poco precisamente. En el minuto 83 hay contacto dentro del área de Ferland Mendy a Martin Braithwaite que el árbitro del partido, Gil Manzano, dio por insuficiente para pitar penalti.

Esta acción cabreó muchísimo a un Ronald Koeman que, tras el partido, en la entrevista que conceden los protagonistas a pie de campo para la televisión del partido, decidió irse cuando la entrevista no había terminado porque el periodista que le lanzaba las preguntas no reconocía que dicha jugada debía haber sido penalti. Esto no ha gustado en las altas esferas del club, que tras la llegada de Laporta quieren dar un giro y dejar de verse como ese equipo que se lamenta de los árbitros cada vez que no gana un partido.

Por si esto fuese poco, tras el pitido final era Gerard Piqué quien saltaba al campo para increpar al árbitro por el poco tiempo de prolongación que había concedido (4 minutos) cuando el partido había estado parado un par de minutos por un fallo en el equipo de comunicación que llevan los árbitros en el brazo a causa de la intensa lluvia que cayó ayer sobre Valdebebas. En esa ocasión se pudo ver como el delegado del Barça, Carles Naval, intentó alejar a Piqué del árbitro llegando casi a encararse ante la negativa de Piqué a seguir protestando a Gil Manzano.

Al final, una tarjeta amarilla para Piqué por las protestas fuera de sitio y el descontento de Laporta y su junta directiva por esta actitud de su entrenador y su capitán que espera reviertan cuanto antes.