Koeman saca pecho: la estrella que rechazó y ahora es un total fracaso

El Barça estuvo a punto de fichar a un jugador

Dominik Szoboszlai fue uno de los grandes protagonistas del pasado mercado invernal, pues sonó para reforzar a varios clubes. Sus actuaciones en el Red Bull Salzburgo venían siendo impresionantes, y estaba en la órbita de casi todos los grandes de Europa, que veían en él al sucesor de Erling Braut Haaland, por su club de procedencia y su potencial, pues no comparten más similitudes. Bayern de Múnich, Arsenal, Liverpool, Atlético de Madrid e incluso Barça y Real Madrid estaban entre sus pretendientes. Pero su destino fue la Bundesliga.

Florentino Pérez se planteó el pagar los 20 millones de euros que figuraban en su cláusula de rescisión, pero se echó para atrás en el último momento. Lo mismo le sucedió a Diego Pablo Simeone, y Ronald Koeman lo tuvo claro desde el primer minuto. No veía en el internacional húngaro un jugador de gran utilidad ni creía que pudiera tener hueco en sus planes. Y por eso no pusieron impedimento a su fichaje por el RB Leipzig.

A pesar de poder ocupar la posición de extremo, mediapunta o de interior, donde se siente más cómodo, en el Camp Nou descartaron su contratación. No quedaron impresionados por su talento, su técnica, su velocidad y su potencia, ni tampoco por su sensacional golpeo de balón, uno de los mejores del continente. Ni siquiera el hecho de que apenas tenga 20 años, y un gran margen de progresión, fue suficiente para ello. Y el tiempo ha dado la razón a los ‘haters’.

Szoboszlai fue presentado en enero como refuerzo estrella del combinado que dirige Julian Nagelsmann, pero viene siendo una de las grandes decepciones. Tres meses después del anuncio oficial, aún ni siquiera ha podido debutar, ni jugar un solo partido, ni formar parte de una convocatoria. La razón es una lesión que arrastra desde hace tiempo, y que no le deja recuperarse ni poder entrenar con normalidad. El riesgo de que se pierda lo que queda de campaña, y no acuda a la Eurocopa, es muy elevado.

En el Barça celebran haber ignorado el ofrecimiento. Ahora mismo, estarían cargando con un peso muerto.

Tuvieron buen ojo.