El jugador que se ríe del Barça: de querer irse a firmar la renovación

Bartomeu contra la espada y la pared

El Fútbol Club Barcelona es en esto momentos el camarote de los hermanos Marx. Nada parece guardar una coherencia o un sentido lógico. Bartomeu hace tiempo que perdió el rumbo y el Barça es un barco a la deriva que solo puede salvar el año si hace un milagro en la Champions. A estas alturas nadie cuenta con el club culé como favorito para llevarse una competición que se resolverá en tres semanas. Para colmo, uno de los que estaba presionando para salir ahora quiere renovar. Se trata de Nélson Semedo el lateral derecho del Barcelona pidió salir en mayo pero viendo la situación tras el confinamiento pide ahora renovar, encima, cobrando más. El Barça está ante una encrucijada pues si no renueva al lateral corre el riesgo de que el jugador provoque más tensiones de las ya existentes dentro del vesutuario. Un problema más para Bartomeu.

Dos veranos seguidos siendo noticia

Nélson Semedo estaba el verano pasado en el mercado puesto que a Ernesto Valverde el jugador no le terminaba de convencer. El portugués es un portento físico, eso nadie puede negarlo, pero tácticamente ha tenido errores durante estos años que no ha sabido corregir. En defensa no sufre cuando el equipo rival llega en oleada o contrataque, sufre realmente cuando debe defender un ataque posicional. Semedo no sabe leer los movimientos del ataque rival y desconcierta a sus compañeros de la defensa.

Este verano el club estaba dispuesto a venderle y sacar por él 50 millones. Ahora el jugador se enroca y se niega a salir además exige una renovación de contrato, acaba en 2022, sabiendo que cuanto más cerca está su expiración de contrato más barato le saldría salir del club. Bartomeu está contra la espada y la pared y planean ofrecerle una oferta de renovación, pero sin subirle el sueldo. Semedo aprieta y pide, al menos, más bonus por objetivos.

Llegados a este punto y para cerrar hay que recordar que a Semedo le representa la agencia de Jorge Mendes, que no es precisamente un hueso duro de roer y que siempre que hace algún movimiento es por una razón mayor. ¿Qué planea ahora con Semedo? En pocos días lo sabremos, pero el Barcelona debería temerse lo peor.