Joan Laporta y Bartomeu provocan la mayor catástrofe en 'can Barça': 325M perdidos en tres ventas
El fichaje del francés ha hecho recordar las millonadas que se gastaron años atrás en can Barça
Ousmane Dembélé ha roto el corazón a Xavi y a parte de la afición del Barça después de pedir su traspaso al PSG en este mismo mercado de verano. El jugador francés que lleva ya días negociando con los parisinos, lo tiene todo hecho y su salida es inminente. En este sentido, su venta por un precio cercano a los 50 millones de euros da mucho que pensar al Barça, que hizo un desembolso casi tres veces superior cuando incorporó al galo en 2017.
Del despilfarro de Bartomeu a la austeridad con Laporta
Cuando en 2017 Neymar deicidió aceptar el dinero del PSG y se fue al Parque de los Principies previo pago de los 222 millones de su cláusula de rescisión, provocó el principio del fin de la época dorada del Barça. Bartomeu, totalmente desesperado por la pérdida de una de sus mayores estrellas, entró en pánico y cerró tres fichajes de más de 100 millones en los siguientes dos años cada uno más ruinoso que el anterior.
El primero en llegar ha sido el último en salir. Ousmane Dembélé fue el primer elegido para relevar a Neymar. El galo era una promesa de 19 años con todo el futuro por delante. Es por ello que los blaugranas aceptaron pagar 135 millones de euros al Borussia Dortmund por él, 110 más de lo que acabarán ingresando por su venta, ya que de los 50 que pagará el PSG, la mitad son para el jugador, tal como negoció Mateu Alemany.
El segundo en llegar y fracasar fue Philippe Coutinho, lo del brasileño fue evidente desde el principio, la ansiedad y un fútbol gris se apoderaron del carioca que llegó a cambio de 135 millones y Laporta lo vendió por 20, otras pérdidas de 115 ‘kilos’.
Finalmente, la tercera punta del tridente ruinoso post Neymar fue Antoine Griezmann, el francés llegó al Camp Nou por 120 millones y acabó vendido por otros 20, sumando así unas nuevas pérdidas de 100 millones de euros. Una ruina absoluta para los culés, que ayuda a explicar con suma facilidad por qué el club vive la situación actual.
Así pues, entre todo lo gastado tras la venta de Neymar al PSG, al Barça le sale un déficit de 325 millones de euros en tres jugadores. Y es que, con operaciones de este tipo, es imposible que un club sea viable económicamente, al menos, no un club normal.