Joan Laporta sale muy señalado del estreno del Barça: batacazo y desesperación culé con los fichajes
Primer partido y primera decepción de los blaugranas en esta nueva temporada
El Barça no ha comenzado nada bien el año. El conjunto blaugrana llegaba a esta nueva campaña 23/24 con el objetivo de certificar que estaba de vuelta de la mano de un equipo que venía de ganar la liga y esperaba este año, como mínimo, repetir lo del anterior junto con un buen desempeño en Champions League. Algo que, jugando como en el Coliseum Alfonso Pérez, parece complicado que se vaya a cumplir.
Desquicio colectivo ante la bestia negra de Xavi
El técnico blaugrana es un fiel seguidor de un fútbol completamente distinto al que propone José Bordalás. El entrenador del Getafe, lejos de buscar agradar en su forma de ganar, apuesta por el resultadismo puro. Es decir, lo importante es ganar, la forma no importa, algo que acabó con Xavi y sus jugadores totalmente fuera de sus casillas e incapaces de reaccionar ante las pillerías azulonas.
Los cracks del Barça se vieron totalmente opacados por la dura defensa del Getafe, que convirtió el partido en un infierno para los de Xavi. Ni Pedri, ni Lewandowski pudieron marcar diferencias. Además, Ilkay Gündogan, fichaje estrella de este verano, partió como titular para dar su versión más gris, siendo poco trascendente en el juego ofensivo del equipo. Todo con un partido lamentable de Raphinha que acabó expulsado. Propiciando, así un 0-0 que dejó a los culés con un enfado monumental
Mediocridad de los fichajes y con carencias evidentes
Laporta se fue de Getafe con una carga de responsabilidad importante, el equipo pagó la falta de profundidad de un lateral derecho real. Con Araujo jugando por el carril diestro, los culés perdieron mucha capacidad de abrir el campo por esa misma banda. En este sentido, si el presidente blaugrana y Mateu Alemany hubieran hecho los deberes a tiempo, fichando a un carrilero de nivel, es posible que el resultado hubiera cambiado notablemente, ya que, el hecho de contar con un jugador de recorrido por la derecha hubiera obligado al Getafe a jugar más abierto.
Por otro lado, habrá que ver qué tan acertados han sido las incorporaciones de verano. Y es que, mientras que Oriol Romeu sí que jugó un partido muy correcto, Ilkay Gündogan no ofreció ninguna solución a los suyos, siendo un jugador plano, lejos de aquella versión suya en el City, donde sus llegadas al área rival eran de los mayores peligros de los de Guardiola, algo que ni se ha intuido en el primer partido del año.
Así pues, mal estreno culé que, tras tener muchas ilusiones depositadas en esta nueva campaña, ve como el mercado de fichajes no ha sido tan bueno como se esperaba. Al menos, por ahora, a la espera de la llegada de un lateral y la de Vitor Roque, que podrían cambiarlo todo.