Joan Laporta aplaza el regreso al Barça de un canterano estrella

Se ha convertido en un fuera de serie desde que dejó La Masía

Mucho se ha especulado con Alejandro Grimaldo en los últimos tiempos, y ha sido vinculado a un gran número de equipos. El Manchester City de Pep Guardiola, el Atlético de Madrid de Diego Pablo Simeone, el Inter de Milán, el Bayern de Múnich, el Borussia Dortmund… e, incluso, el Real Madrid. Pero, como es lógico, la gran mayoría de los rumores apuntaban a su posible regreso al Barça, en el que se crió, y donde era una de las grandes promesas.

No obstante, nunca llegó a hacer su debut con el primer equipo, motivo por el que decidió marcharse, cuando era el capitán del filial, al Benfica. Una apuesta atrevida, pero lógica para cuidar su progresión, pues allí podría ser pieza clave y contar con minutos casi desde el primer día. Y así fue, hasta llegar al momento en el que se encuentra ahora mismo, en el que es uno de los mejores de Europa en su puesto, el de lateral zurdo.

Hace varios veranos que debería de haber dado el salto, y abandonar la Liga NOS, para marcharse a una competición algo más exigente. Pero, por un motivo o por otro, todavía no ha sido posible, algo que se espera que haga bastante pronto. Más complicado está lo de debutar con la selección española absoluta, tras pasar por todas las categorías inferiores. La competencia en su puesto es brutal, y no tiene una buena relación con Luis Enrique.

Y es que, cuando se fue del Camp Nou, el asturiano era el entrenador culé, y no tuvo pelos en la lengua al señalar que no se atrevía a apostar por los talentos que salen de La Masía. Mantuvieron un cruce de palabras, que ahora le juega en contra, pues le cierra las puertas de ‘la Roja’. Pero tiene abiertas las del Barça, pues Joan Laporta le contemplaba como un muy buen refuerzo para ser el sucesor natural de Jordi Alba, que es el cartel que tenía en su día.

El problema era su precio, pues pedían más de 30 millones de euros para soltarle. Y, ahora, Grimaldo ha visto como otro obstáculo le impide volver, al menos, de momento.

Ese es la irrupción de Alejandro Balde.