Iba a ser tan bueno como Ousmane Dembélé: la joya que no pudo explotar
Otro joven talento no cumplió las expectativas
El Borussia Dortmund dio un golpe sobre la mesa en verano de 2016, fichando a algunas de las promesas más interesantes que había en ese momento. El primero fue Ousmane Dembélé, por el que apenas pagó 15 millones de euros, y que, tan solo un año después, consiguió traspasarle a cambio de diez veces más al Barça, siendo el relevo de Neymar Junior. Sin duda, en cuanto a cifras, es la mejor operación que jamás han hecho en el equipo germano.
Y eso que el listón está alto, con otros cracks como Shinji Kagawa, Pierre-Emerick Aubameyang, Ilkay Gündogan o Henrikh Mkhitaryan. Y todavía pueden mejorar con Jadon Sancho y Erling Braut Haaland, dos grandes talentos, con muchos pretendientes. No obstante, la apuesta no siempre ha salido bien, pues hay jugadores que no llegaron a dar lo que se esperaba de ellos, y se fueron por la puerta de atrás. Alexander Isak o Mikel Merino, que han renacido en la Real Sociedad, son ejemplos. Aunque la peor parte se la lleva Emre Mor.
El internacional turco aterrizó en el Signal Iduna Park siendo un completo desconocido, pero poco tardó en dar de que hablar. Su velocidad, su agilidad y su talento le llevaron a ser comparado con Leo Messi, y provocó que fuera considerado como una de las grandes perlas de la Bundesliga y de Europa. El problema fue que su mala actitud y su poca profesionalidad, además de sus lesiones, provocaron que se hartaran de él. Y se fue traspasado al Real Club Celta de Vigo.
En La Liga Santander, confiaba en dar lo mejor de él, y ganarse el salto a un gran equipo. No obstante, en Balaídos tampoco ha triunfado, y, de hecho, ha sido más noticia por sus salidas de tono, y su nulo respeto hacia sus compañeros, que por su juego. Entre medias, ya se tuvo que marchar cedido al Olympiakos y al Galatasaray, con el mismo éxito en ambas etapas: ninguno. Muy diferente a la carrera de Dembélé, con el que coincidió en el BVB.
Mientras uno es titular habitual en el Camp Nou, y fue campeón del Mundial de Rusia en 2018, otro ni cuenta para el equipo gallego.
Las dos caras de una moneda.