Iba a ser suplente de Benzema (pero Florentino acertó rechazándole)

Krzysztof Piatek estuvo realmente cerca de aterrizar en el Real Madrid. Sonó con fuerza hace cerca de un par de años, cuando Karim Benzema todavía no había dado ese paso adelante, asumiendo la responsabilidad goleadora que dejó vacante Cristiano Ronaldo. De hecho, Florentino Pérez se pensaba muy seriamente la opción de ir a por otro ariete en el mercado invernal, y, además de Mauro Icardi, el internacional polaco era el gran favorito.

Su aval eran tres meses impresionantes en las filas del Genoa, al que había llegado en verano procedente de su país natal, concretamente, del Wisla Cracovia. Obviamente, poco tardó en ser comparado con Robert Lewandowski, su compañero en la selección, y le auguraban un gran porvenir, pues todavía era muy joven. El Barça era otro de los interesados, y se hablaba de un posible traspaso a cambio de 40 millones de euros. Pero todo quedó en nada.

Porque el AC Milan estuvo más rápido que el resto, y se llevó el gato al agua antes que nadie. Dieron un golpe sobre la mesa, y recogieron rápidamente los frutos, pues en sus primeros partidos no paró de marcar goles. El problema es que su llama se apagó demasiado rápido, y demostró que no fue más que otro simple ‘one season wonder’. Su racha terminó, y pasó a ser un jugador secundario. Y la cosa empeoró tras el regreso de Zlatan Ibrahimovic a San Siro.

Por ese motivo, decidió hacer las maletas, solo un año después de su llegada, y se marchó a la Bundesliga. Concretamente, al Hertha de Berlín, que pagó poco más de la mitad de lo que había costado a los ‘rossoneri’. No obstante, allí tampoco ha podido resucitar, y ni siquiera es titular indiscutible. Seis tantos y dos pases de gol son sus cifras entre todas las competiciones, a sus 25 años, y su club está más cerca del descenso que de competiciones europeas.

En el Santiago Bernabéu, pues, tuvieron buen ojo en rechazar a Piatek. Porque, si no, ahora mismo estarían cargando otro peso muerto. Y no hubiera sido barato.

Parece complicado que el tiempo le dé la razón al jugador.