Iba a ser el socio de Leo Messi: la joya de La Masía que se estancó

La Masía ha fabricado grandes talentos en los últimos años, pero la gran mayoría de ellos no han logrado asentarse. Los únicos que lo han conseguido en esta última década han sido Sergi Roberto y Anssumane Fati, y Riqui Puig a medias, pasando, entre medias, un gran número de cracks, como Thiago Alcántara, Jonathan Dos Santos, Carles Aleñá, Juan Miranda o Carles Pérez. Obviamente, las plazas en el Barça son limitadas, y a veces hace falta una pizca de suerte.

Y no todos los entrenadores han confiado tanto en la cantera como lo hizo Pep Guardiola. El técnico de Santpedor, que llegaba tras ascender al filial de Tercera División a Segunda División B, se sacó de la manga a un gran número de piezas, como Pedro Rodríguez o Sergio Busquets. Y también hizo debutar a muchos otros, que no pudieron encontrar su lugar, como Isaac Cuenca, Cristian Tello, Marc Muniesa, Oriol Romeu, Jeffrén Suárez… o Gai Assulin.

De este último se hablaban maravillas, y creían que iba a ser el socio de Leo Messi, junto a Bojan Krkic, durante muchos años. Había llegado al Camp Nou siendo solo un niño de 12 años, procedente de su Israel natal, y fue quemando etapas a velocidad de crucero, siendo siempre uno de los destacados en sus equipos. Y llegó a hacer su debut en la Copa del Rey, y fue convocado para un choque de la Champions League. Hasta ahí llegó su bagaje.

Después firmó por el Manchester City, y se fue cedido al Brighton, antes de regresar a La Liga Santander. Probó suerte en el Racing de Santander, y después pasó por el Granada, el Hércules de Alicante y el Real Club Deportivo Mallorca, antes de marcharse a jugar al Hapoel Tel Aviv. Pero medio año duró allí, y volvió a Catalunya, para ayudar al CE Sabadell, y tratar de relanzar su carrera. No lo consiguió, y acabó en el Kairat Almaty, de Kazajistán, el ACSM Poli Iasi, de Rumanía, y, ahora, en el Crema, de la Serie D de Italia.

A sus 29 años, sin duda no es la carrera que Assulin había podido imaginar.