Heredó el ‘9’ de Luis Suárez y Laporta le echa: claman contra el Barça

El director de la asociación de jugadores de Dinamarca condenó la situación que sufre Braithwaite

El Barcelona sigue enfrascado en sus problemas financieros pese a que la activación de las palancas económicas le ha dotado de algo de margen para acometer grandes fichajes. El motivo de estos contratiempos es que no se está terminando de lograr dar salida a jugadores que no cuentan para el club, y en algunos casos se está empezando a forzar la situación pese a no ser lo deseado por los culés. Es el ejemplo de Martin Braithwaite, al cual Laporta está tratando de solventar su contrato pese a quedarle dos años del mismo. Algo que ha sido condenado por Michael Sahl Hansen, director de la asociación de jugadores de Dinamarca que ha salido en defensa de su compatriota.

“El trato que está experimentando Martin es completamente irrazonable. Algo que probablemente se encuentre entre el ‘bullying’ y el acoso. Es vergonzoso cómo el FC Barcelona está tratando de sacarlo de su contrato, de su empleo. Un jugador que vino a su rescate cuando estaban presionados ahora está en desgracia. ¿Dónde está la decencia?, declaró Hansen.

Un defensor del fútbol danés que prosiguió: “Un contrato es un contrato y el FC Barcelona y Martin se comprometieron por dos años más. Martin debe seguir cumpliendo con su parte del acuerdo. Y también debe hacerlo el FC Barcelona. Y además, le correspondería a uno de los clubes más grandes del mundo tratar a sus jugadores con mayor respeto”, concluyó.

Lo cierto es que la operación salida se encuentra, de momento, estancada en el Camp Nou, pero se confía en encontrar un destino a hombres como Aubameyang y Memphis, además del propio Braithwaite. Un caso el del este último, en el que el Barcelona se ha visto obligado a actuar ante el deseo del jugador de cumplir los dos años de contrato que tiene en vigor.

El que en su día llegara al Barça en tiempos de vacas flacas, llegó a convertirse en el heredero de Luis Suárez al ser el siguiente en vestir el número 9 del equipo. Algo a lo que el danés siempre mostró respeto y tras lo que nunca alzó la voz con tal de trabajar para ayudar al equipo.