Hasta aquí llegó la alegría: están hartos de Florentino Pérez y Zidane

Los jugadores no aguantan más, tampoco los aficionados: el Real Madrid es una olla a presión

Hay un largo trecho entre perder y el cómo se cae, y en esto último ni Florentino Pérez ni Zinedine Zidane salen bien parados, y no hablamos solo de unos aficionados indignados con un equipo carente de un sistema de juego fijo, una filosofía de base o de alternativas visibles a todo eso, sino de unos jugadores que han cortado el grifo de la confianza a Zinedine Zidane y ya no se lo van a devolver.

¿O acaso se pensaba Florentino Pérez que no iba a pasar factura en el rendimiento de Lucas Vázquez, Sergio Ramos y Luka Modric el dejar abierta su renovación? ¿Acaso pensaba Zidane que podía mantener los mismos doce jugadores durante el resto de la temporada y que algunos de ellos, con una edad muy por encima de los 30 años, no iban a notarlo? Y lo que es más importante, cuando han tenido la oportunidad el presidente y el entrenador de aplicar a este caos respuestas de gestión y tácticas, ¿lo han sabido o querido hacer?

El Madrid lejos de llegar al choque ante el Athletic Club de Bilbao con muchas dudas despertadas en Elche y Osasuna, lleva sembrando incógnitas dos años y medio. Se equivocó Florentino al dejar ir a Cristiano Ronaldo sin un recambio para semejante perdida; erró al gastar bastante más de 300 millones de euros en jugadores innecesarios de los que solo Ferland Mendy, 48 de ellos, ha salido bien. Y se volvió a equivocar esta temporada al pensar que con Martin Odegaard serviría, un noruego, por cierto, al que ha hundido Zidane.

Lo de ayer en La Rosaleda no es más que la crónica de una muerte anunciada tiempo atrás y venida de una gestión muy deficitaria, a la que pocos ponen eco pero cuyas conclusiones es complicado refutar, y un desgaste del técnico más que evidente. En este sentido es tan honda la brecha entre ciertos jugadores y Zidane (sumemos a la larga lista de futbolistas tachados por Zizou a Bale, James, Reguilón, Achraf, Jovic, Mayoral, Ceballos…) que la distancia parece ya insalvable. Y entre tanto la Supercopa ya se ha ido, como LaLiga, que está muy complicada…