Guerra por Ousmane Dembélé: Koeman y el FC Barcelona, en desacuerdo

El club lanza un ultimátum a un futbolista crucial para el neerlandés

Si los problemas en el actual Barça fueran un resquicio de su actualidad, un apunte al costado del renglón principal, este nuevo asunto sería tratado con diferente rasero, pero el Barça, urgido en lo institucional y lo deportivo, se ve ahora ante la tesitura de atacar una guerra a punto de estallar que afecta al vestuario y a las arcas blaugranas a partes iguales. Es más, el club y Ronald Koeman no van por la misma línea en el asunto Ousmane Dembélé.

El futbolista francés del Barcelona está cerca de reaparecer tras su larguísima lesión -que se produjo durante la disputa con Francia de la pasada Eurocopa de selecciones, de la que resultó campeón Italia- y como es lógico para el míster neerlandés es un factor determinante al que quiere cuidar por todos los medios. Pocos jugadores en la plantilla azulgrana tienen la capacidad y las características de Dembélé, por no decir ninguno, luego para Koeman, en plena crisis de resultados, poder recuperar al galo es prioritario.

No opina así el Barcelona, que mira a la renovación del futbolista de Les Bleus con mucho recelo, tanto que ya se están evaluando acciones radicales contra el futbolista y su entorno, unas que recuerdan a las planteadas contra Ilaix Moriba. Entre las más rocambolescas suena la posibilidad de ejercer presión sobre el jugador y su renovación amenazándole con dejarle sin jugar, en la grada.

No es muy difícil entender que si Koeman, que no ha podio contar con el francés en lo que va de temporada, desea su recuperación cuanto antes para tener más desborde y mordiente en ataque, y no solo eso, sino que Dembélé esté centrando en ser decisivo, estas acciones del club sean entendidas por el entrenador como una grave e intolerable intrusión en su trabajo y su grupo de jugadores. Dicho de otra manera, el Barça quiere presiona a Dembélé para que renueve, lo que puede enfriar la relación del jugador con el club, pero Koeman lo necesita centrado y comprometido, cosa que no casa con los planteamientos del FC Barcelona. Es decir, una guerra abierta más en Can Barça.