Guerra en el Barça: Bartomeu se enfrenta a Messi y estos jugadores

El FC Barcelona seguirá en caída libre y sin control a 15 días del reinicio de LaLiga, por esto

Lo que comenzó como un sueño y continuó en idilio de leyenda, va a terminar en pesadilla, y no solo para Leo Messi también para el FC Barcelona, sus socios e incluso sus jugadores. La decisión de irse justo al finalizar la temporada del mejor jugador de la historia del Barça ha sido tan calculada como fría, y a Josep Maria Bartomeu no le ha gustado ni una cosa ni la otra por lo que ahora ha tomado el mando de una refriega en la que está inmersa toda la junta directiva, y, juntos, van a jugar todas sus bazas contra Messi y su rebeldía. Y hay daños colaterales muy duros para la entidad azulgrana.

El primero es el de manchar la imagen intachable del 10 del Barça, al que el club no dejará ir y con el que ya se ha plantado para presentar una batalla dialéctica, administrativa y judicial. No, Bartomeu no va a dejar ir al argentino ni al Manchester City, ni al Paris Saint-Germain ni a su país de origen; para él Messi pertenece al Barcelona. Pero la cosa no es tan sencilla, ya que la figura del argentino en el Camp Nou es algo más que un jugador, es un símbolo, un icono.

Y presta la guerra entre el jugador y el club, todo el mundo toma parte. La masa social azulgrana tiene algo claro: Bartomeu es el culpable de la situación; ahora bien, con matices. Que el presidente ha tenido una gestión deficitaria es una idea globalmente extendida entre los hinchas blaugranas, pero una vez reconocido eso, los hay, y muchos entre los socios y aficionados, que se sienten insultados por el jugador por las formas y el momento.

El Barcelona atraviesa una de las crisis institucionales y deportivas más importantes de los últimos 20 años y el mayor futbolista de siempre en el club se ha despedido con una notificación arcaica, de forma fría y distante, como si el Barcelona fuera una entidad cualquiera. No, eso no ha gustado al socio culé. Pero lo que está por venir es más grave y es la posición de un Bartomeu absolutamente obcecado y atrincherado en su idea inicial: aquí no se mueve nadie sin permiso del club, que es lo mismo que decir sin su permiso.

Posiblemente la cláusula liberatoria del 10 de la albiceleste -que debía haberse activado en junio, no ahora- le dé la razón al club, pero no así se la dan al presidente y su gabinete personal los jugadores, especialmente los pesos pesados. Y del presente y el pasado. Desde Carles Puyol hasta Gerard Piqué o Luis Suárez, al que el Barça ha echado sin mucha explicación, todos están con Leo. En este sentido, los más veteranos quieren que Messi se vaya de forma armónica, no soportan el presidente y esperan una solución rápida; por su parte el máximo responsable del Barça ni va a dimitir (que es lo que le pide la masa social) ni a transigir, y por último está un Messi que está dispuesto a todo por obtener su libertad: más allá de matices, él cree que se la ha ganado. Además con el charrúa fuera ya nada le retiene en Can Barça.   

La guerra más triste se va a recrudecer y amenaza seriamente al club a quince días de iniciar LaLiga. Incluso no se descarta un boicot del vestuario: tambores de batalla en Can Barça.