Guerra abierta en el Atlético de Madrid: el Cholo no puede frenarlo
Ante la mejor noticia de su historia, la plantilla está al borde del colapso
La llegada de Luis Suárez está provocando numerosas caídas de fichas de dominó. Es increíble todo el polvo que está levantando un solo fichaje. Desde Italia, donde un profesor ha sido acusado de amaño (el del examen de italiano de Suárez), pasando por la secretaría técnica de la Juventus que no ha sido capaz de resolver el problema a tiempo y llegando hasta España. Bartomeu ha recibido palos y algunos muy duros: Luis Suárez en la misma despedida fue muy directo y Leo Messi a través de las redes tampoco se cortó un pelo.
Pues bien. Resulta que este dominó ahora afecta al propio Atlético de Madrid. La plantilla atlética ha visto como la llegada de Suárez ha movido a una de sus fichas, la de Álvaro Morata, a la Juventus de Turín (paradojas de la vida). Morata estaba feliz en el club pero no tenía una gran relación con el Cholo Simeone y el hecho de que el míster argentino llamase a Suárez directamente para convencerle de fichar por los colchoneros terminó de aclarar las cosas a Morata.
El delantero madrileño ha preferido salir un año para evitar chocar, más pronto que tarde, con el Cholo Simeone, esperando que en el verano de 2021 termine la etapa del argentino en el club colchonero y entonces si pueda volver para luchar de tú a tú contra Luis Suárez por el puesto de delantero centro. Pero no están a disgusto solo los que se han ido, ni mucho menos.
Diego Costa, que tiene aún un año de contrato y un salario que ronda los 8 millones de euros, (similar al de Suárez ahora en el Atlético) está muy cabreado con el Cholo y no quiere poner ninguna facilidad para rescindir el año de contrato que aún le queda. De hecho, si Costa saliese, el Atlético de Madrid incorporaría a Edinson Cavani, el sueño del Cholo y completaría con Suárez la dupla más goleadora de LaLiga.
Ahora bien, si finalmente esto sucediese, estaría rompiendo el equilibrio de una plantilla que vería como dos recién llegados, y encima veteranos, pasan a ser los mejor pagados con la excepción de Jan Oblak que ronda los 12 kilos anuales. Los Koke, Saul, Thomas, Costa y compañía están viendo como la política de fichajes del club ha cambiado radicalmente, perdiendo, para algunos de ellos, la esencia de lo que ha hecho grande al propio Atlético.