Griezmann se harta: Morata y Joao Félix, mal parados, miran al Barça

La situación del delantero francés sigue siendo incómoda pero se reivindica

En los últimos días del mercado, más que nunca, está en el punto de mira la figura de Antoine Griezmann. En Don Balón ya contamos la delicada situación que vive el francés en el Atlético de Madrid y es que si disputa el 50% de los minutos que esté disponible con el conjunto rojiblanco, entonces estos deberán abonar al Fútbol Club Barcelona la nada desdeñable cifra de 40 millones de euros para hacer efectiva esa cláusula obligatoria de compra que hay reflejada en el contrato de su cesión.

En el Atlético de Madrid no tienen ni la más mínima intención de pagar tal cantidad por el futbolista francés, a quien es cierto que consideran muy válido pero no como para desembolsar esa cifra de la que no disponen actualmente, y por eso parece que están evitando por todos los medios que Griezmann alcance esos minutos aunque sea a costa de reducir el rendimiento deportivo del propio jugador y, por ende, también del equipo.

En la última jornada ha vuelto a quedar esto claro. El Cholo Simeone dejó de nuevo fuera del once inicial al delantero francés y apostó una vez más por la dupla atacante formada por Morata y por Joao Félix en el choque ante el Valencia. Ni uno ni otro consiguieron brillar en Mestalla y, ya en la segunda parte, cuando no entra en juego ya la cláusula para pagar esos 40 millones de euros por Griezmann, Simeone le dio entrada para tratar de darle un nuevo aire al ataque colchonero.

Y vaya si lo consiguió. Apenas dos minutos tardó el delantero francés en aprovechar una asistencia de Lemar para hacer el primer y único gol de todo el partido y, por lo tanto, darle la victoria al Atlético de Madrid y tres puntos muy importantes. Es el segundo tanto de Antoine en Liga ya después del gol que le endosó al Getafe en la primera jornada, pero está quedando claro que su suplencia no se debe solo a motivos puramente deportivos sino que va más allá por su relación contractual. Griezmann, no obstante, se sigue reivindicando cada vez que salta al terreno de juego y dejando claro que quiere jugar, estar en el Mundial y no puede soportar más esta situación de incertidumbre.