Gareth Bale toma una decisión sobre su futuro en el Real Madrid

Meditaba la idea de colgar las botas

Gareth Bale ha hecho una Eurocopa notable, si bien no ha podido repetir la hazaña lograda hace un lustro, en 2016. En ese momento, fueron capaces de alcanzar la semifinal, antes de caer frente a Portugal. Pero en Gales pueden estar satisfechos, después de cumplir el objetivo, que era pasar de la fase de grupos. Eso si, la despedida fue un poco amarga, tras ser eliminados con contundencia por Dinamarca, que les endosó cuatro goles.

El aún futbolista del Real Madrid ha hecho un buen torneo, si bien no ha marcado ninguna diana. Pero ha repartido asistencias y ha sido la gran estrella de su selección, justo como se esperaba, brillando más que otros como Aaron Ramsey. Ha demostrado que, estando motivado, todavía puede ser un jugador muy útil, a pesar de que lógicamente ya no esté en su plenitud física. No hay que olvidar que ya sobrepasa la treintena, y ampliamente.

Por eso, se decía que tenía previsto retirarse, pues nunca ha ocultado que ve el deporte como un trabajo y una obligación, más que como un pasatiempo. Una idea que a Florentino Pérez no acababa de disgustarle, siempre y cuando, de este modo, pudiera ahorrarse tener que pagarle el año de contrato que le queda. Recordemos que el ex de Southampton y Tottenham Hotspur no será agente libre hasta 2022, y es el mejor pagado del cuadro blanco.

Sin embargo, Bale ha zanjado los rumores, y ha dejado bien claro que, todavía, no quiere colgar las botas. A buen seguro, ya habrá tenido más de una charla privada con Carlo Ancelotti, el que ya fuera su técnico durante un par de cursos. Con él en el banquillo fue con el que mejor nivel rindió en el Santiago Bernabéu, y el único que le entendió. Guardan un muy buen recuerdo, y todavía tienen una relación muy especial y afectuosa.

Y el italiano podría haberle convencido para que haga un último servicio en el Madrid, antes de decir adiós. La pelota, por lo tanto, está en el tejado del británico, que no ha hecho un mal año en la Premier League, pese a su irregularidad.

¿Un último baile?