Florentino y Zidane le ponen una condición bestial a James Rodríguez

El colombiano lo tiene complicado

No han gustado en el seno del Real Madrid las declaraciones vertidas en Colombia por James Rodríguez, donde saca a relucir que el club le impidió fichar por el Atlético de Madrid y que él no quería volver a Chamartín. Ese tipo de comentarios, para el Madrid, se hacen de puertas a dentro, nunca hacia fuera y menos en medio de la competición. No, a Zidane y a Florentino no les ha gustado nada lo que ha hecho James Rodríguez y van a hacérselo pagar.

Hay dos formas, la primera pasa por dejarle en la plantilla la temporada que viene por si Martin Odegaard finalmente no regresa, como revulsivo ante posibles lesiones masivas, aunque, piensa decírselo Zizou, será de las últimas opciones en la rotación (más aun con la vuelta de Marco Asensio). Es cierto que después, en la 21 /22, se podría ir gratis (finaliza contrato) al equipo al que quisiera, pero quizá sea lo mejor. La pandemia desde luego no ha ayudado en su situación. El Madrid, más allá del interés de palabra, no ha recibido ninguna oferta en firme por el cafetero. Asimismo, sobre el césped siempre puede ayudar, llegado el momento. La otra es buscarle una salida, pero se aboga por la primera.

Esta última posibilidad pasa por seguir introduciéndole con cuentagotas en este tramo decisivo y ver si su actitud con respecto al preparador y el Madrid cambian. De no ser así, todo dependería de las ofertas que llegasen por él en verano. James se quejó de que el Madrid no le dejó irse al Atlético, pero la idea de Florentino es que si ha de irse a un rival directo (o sea cual sea el destino) al menos lo haga por una cantidad cercana a la que se pagó por él, y eso no son desde luego los 40 kilos que proponía el Atleti.

A día de hoy percibir más dinero por James es casi imposible, ni siquiera de la Premier League. Nadie va a pagar -esté la Covid-19 o no por medio- más de 80 millones por un jugador que lleva años sin demostrar un nivel de estrella. Su intermitencia le mata, pese a su calidad. En este sentido James está inquieto. El jugador sabe que necesita jugar para ser importante con Colombia en la próxima Copa América y, por ende, la Copa del Mundo. Y no solo eso, a sus 28 años, puede permitirse pocas temporadas más en blanco. De ahora en adelante, James va a tener que luchar cada minuto.