Florentino y Laporta, saltan chispas: cuestión de estado en Madrid
Los presidentes se enfrentan por el crack en juego
Ha saltado a la luz pública, con conocimiento de causa, que Joan Laporta ha tratado (e intenta) torpedear el fichaje de David Alaba por el Real Madrid con una contraoferta que ya tienen en su poder el jugador y su entorno. Es más, desde Barcelona se ha querido meter presión a estos últimos asegurando que había trato con el jugador, que se habría decantado por su proposición en lugar de la blanca; algo que se ha encargado de desmentir el ambiente del central austríaco. Pero el daño ya está hecho. Florentino choca con Laporta y el precio del jugador vuelve a dispararse.
Y parece ser que ese era el único propósito de Laporta, el cual sabe que no tiene dinero para fichar a Alaba, solo deseaba desestabilizar la oferta blanca. Y puede que lo haya conseguido, en parte porque logra que el jugador suba su caché y, por tanto, encarezca la posible incorporación por el club de Chamartín. Con todo y más, Florentino Pérez va a contraatacar fichando al central, con el que tiene ya un preacuerdo, cerrando así uno de los culebrones del año.
De hecho, el presidente merengue se ha propuesto afrontar este asunto como lo que es: cuestión de estado en Madrid. Por lo civil o lo criminal el actual jugador del Bayern de Múnich debe vestirse de blanco dentro de unos días y con ello dar el primer zarpazo a la gestión de un Joan Laporta que desde que ha llegado al club azulgrana no ha intentado más que descentrar al club de Chamartín con continuas referencias a sus éxitos a costa del Madrid. Y si Alaba se pone imposible, Florentino tratará de atar a Jules Koundé o Pau Torres.
Recordemos que en todo este asunto, el Barça y el Madrid no son los únicos interesados en hacerse con el central del Bayern, ya que el Paris Saint-Germain, el Manchester United, el Manchester City e incluso el Chelsea quieren al jugador centroeuropeo en sus filas la temporada que viene. Y lo cierto es que el jugador sale de la Bundesliga con la carta de libertad, pero si aún no ha cerrado su trato con el Madrid es porque pide un salario de más de 20 millones de euros por temporada, una cifra que ni remotamente se plantean Madrid o Barça. Pero este es solo el primer capítulo de un enfrentamiento inminente entre los dos presidentes: Haaland ya asoma en la recámara.