Florentino provocará lágrimas por Endrick y Kylian Mbappé: Ancelotti no podrá defenderlo en 2024
Su descontento es evidente, pero su rendimiento deja mucho que desear
Florentino Pérez salió especialmente enfadado y mosqueado del partido del Sánchez Pizjuán del Real Madrid, que, en el fondo, es de esos choques que afianzan su firme idea de zanjar la salida de Carlo Ancelotti al término de la presente temporada. Y en esta idea es representativo un jugador de los mejor tasados de la plantilla pero que ni rinde ni crece y es un fuerte obstáculo para el diseño de la plantilla 2024/25.
De nuevo salió Carletto, esta vez en Sevilla, con el tridente romboidal en liga y de nuevo este fue infructuoso; sí, hubo aspectos de lucidez e incluso momentos de peligro, pero las carencias son tan grandes, los problemas tan agudos, que no se entiende la obcecación del italiano con esa vieja idea que simplemente ni funciona. Como no lo hace Rodrygo Goes, al menos donde le pone, el jugador que rajó por su posición pero que no se ha ganado su puesto de privilegio.
El brasileño es el claro ejemplo de las cosas que se están haciendo mal esta campaña y que tendrán en la que viene un fuerte estacazo con la incorporación de Endrick, un delantero puro, y posiblemente Kylian Mbappé, la estrella que no se puede sentar. Si los blancos -independientemente de mantener o no en la plantilla a Joselu- quieren asignar roles que garanticen números, Rodrygo deberá dejar su hueco como nueve y por tanto confirmar que su hueco está por aparecer, lo que estos dos cracks que se vienen oscurecen. El problema para el de Osasco es que su posición natural, donde más cómodo se siente, es imposible porque pertenece a Vinicius, siendo el nueve y la derecha zonas en las que es menos eficaz. Y esto, lógicamente, se va a agravar con el del Palmeiras y el PSG en el equipo.
Porque esto es el Real Madrid y el delantero titular de Ancelotti, cuando este no juega con un nueve puro como Joselu, lleva un gol en 12 partidos oficiales con la entidad merengue, cifras absolutamente sangrantes para las necesidades en ataque de un Real Madrid cuyos baluartes ofensivos pasan por Bellingham, Vinicius y el internacional español, y no son precisamente tan abundantes como para prescindir de cualquiera de ellos. Por eso Ancelotti se equivocó, otra vez, en Sevilla, siendo Rodrygo su punto flaco… y todo ello sin entrar a valorar las nulas opciones que se le dan a Brahim Díaz. Pero, claro, con Endrick y Mbappé en el equipo y ya sin Ancelotti en él, lo de Rodrygo se ve con mayor claridad: está señalado.