Florentino Pérez ya sabe cuál es el problema: el intocable de Zizou
El Real Madrid vuelve a mirar al precipicio y por el mismo motivo: “con él jugamos menos al fútbol”
El precipicio vuelve a mirar a la cara al Real Madrid de Zinedine Zidane que alcanza una de sus horas más bajas en su historia con tres derrotas en diez partidos, un registro que está cerca de igualar el peor de todo el siglo en el club, el de la nefasta campaña 18/19, donde el Madrid perdió 4 partidos de los primeros 11, ambas con Zizou de protagonista -en LaLiga-,en aquella, eos sí, solo en el tramo final de campeonato. Y lo vuelve a hacer por un defecto, además del estructural, técnico que el míster francés no quiere resolver y que señala directamente a la vieja guardia y al soldado pretoriano del galo dentro de ella. Florentino Pérez ha recibido críticas internas en el club referente a ello y quiere que cambie, más aún cuando hay otras soluciones; una concretamente.
Puede que los primeros 30 minutos del Madrid en el enfrentamiento contra el Inter de Milan fueran los mejores del equipo esta campaña; para gustos habrá tonalidades diversas, pero lo que es innegable es que sí fueron de los más ilusionantes de la actual campaña. Puede argumentarse que el cuadro italiano concedió demasiado tiempo para pensar al Madrid, pero también que este se dedicó a jugar la pelota con más soltura y verticalidad, con mayor movilidad entre sus líneas, con mayor presencia en campo contrario y con menos estatismo. Y en todo ello hay un señalado: Casemiro.
Nadie le va a echar la culpa al trabajador mediocentro blanco sobre la derrota ante el Alavés: el brasileño juega a lo que sabe, él no tiene culpa. No, el pecado es de Zidane, que volvió a dejar sin minutos a Martin Odegaard cuando es el único jugador capaz de hacer del equipo algo menos previsible, de hacer saltar líneas contrarias, de aportarle un apoyo constructivo desde atrás en la asociación a Kroos y Modric. Sí, ya hay muchas voces que claman por darle la titularidad al noruego antes que al carioca: el equipo falla cuando es conservador y Casemiro es el adalid de ese estilo.
Dígase una cosa de este Real Madrid con Modric-Kroos-Casemiro: no sabe encontrar soluciones y es fácilmente contrarrestable. El Alavés lo sabía y supo atacarlo, y como el equipo vasco lo han hecho con éxito casi todas las escuadras que se han enfrentado al Madrid con los 3 jugadores en el once. Casemiro guarda el equilibrio, sí, pero ¿y si con eso el Madrid permite demasiado al contrario?, y no solo eso, ¿qué pasa cuando hay que salir desde atrás, cuando Modric y Kroos han de recorrer distancias siderales para llegar a defender y apoyar en el ataque, cuando hay que romper líneas contrarias y jugar entre ellas? Es indudable el valor de Casemiro en determinados momentos, pero ha llegado el instante de proponer, no de guardar, y solo su salida del once permitiría que fuera Odegaard esa llave maestra que abra el juego total blanco: vertical, indetectable, asociativo, móvil… Por cierto, otro dato: Casemiro ha estado presente en las cuatro derrotas blancas de la temporada, lo que da cierta razón a esta corriente que se ha destapado, con cierta razón, dentro del club y que puede acabar con Zizou. El déficit actual blanco no es tanto un problema de defensa y efectividad, es un problema de idea de juego: con Casemiro el Madrid es menos dañino para el rival, más lento, más posicional, menos mágico; el fútbol total se anula. Y para muchos ya se ha planteado la cuestión: el brasileño es un revulsivo, no la solución.