Florentino Pérez vuelve a recibir la llamada de un galáctico

Aún no se olvida del Real Madrid

El Tottenham Hotspur cayó con claridad este fin de semana ante el Manchester United, y no solo se complicó su clasificación a la próxima edición de la Champions League, si no que también puso en riesgo su presencia en competiciones europeas. Ahora mismo, son séptimos en la Premier League, y tienen a seis puntos al West Ham United, que es cuarto. Pero el Everton de Carlo Ancelotti, en caso de ganar los dos encuentros que tienen pendientes, les adelantaría y les dejaría octavos.

Los de José Mourinho ya se han hecho a la idea de que se quedarán fuera de la máxima competición continental por segundo año consecutivo. Pero sería un fracaso estrepitoso quedarse, también, sin la Europa League, de la que este curso han sido eliminados por el Dinamo de Zagreb, e incluso sin la Conference League, el nuevo torneo de la UEFA. Por ello, Harry Kane ya medita tan seriamente la posibilidad de hacer las maletas.

Está muy decepcionado por como están funcionando las cosas en el club de su vida, y ya amenazó con marcharse cuando Mauricio Pochettino fue despedido. Además, la campaña anterior ya fue un fracaso, y el proyecto cada vez va a peor. Si no fueron capaces de conseguir un título antes, ahora lo tienen todavía más complicado. Y, a todo esto, el capitán de la selección inglesa sigue sin poder inaugurar su palmarés, que está completamente vacío.

Ya tiene 27 años, y está harto de las promesas que nunca se cumplen en Londres. En su momento rechazó ofertas muy suculentas, y ahora, ya no vería con tan malos ojos la posibilidad de irse. De hecho, es que ya se ha puesto en contacto con multitud de escuadras, entre ellas, el Manchester United, el Paris Saint-Germain, y, en especial, el Real Madrid. Porque sabe que siempre ha sido del completo agrado de Florentino Pérez, con el que ya ha hablado en más de una ocasión.

Sería una alternativa más que interesante a la contratación de Erling Braut Haaland, del Borussia Dortmund, que sería mucho más cara y complicada.

La cosa se pone más que interesante.