Florentino Pérez lo rechazó: la estrella que ofrecieron para el ataque
Y se fue a otro equipo al ser descartado
El Real Madrid dejó muy clara su postura en el presente mercado de fichajes, y se mostró inflexible. Aseguró, por boca de Zinedine Zidane, que estaban muy contentos y satisfechos con su plantilla actual, y que no tenían ningún tipo de intención ni de interés en reforzarse. Los nuevos fichajes serían los cracks que regresaban tras cesión, como Martin Ödegaard y Álvaro Odriozola, y los canteranos que deberán de dar un paso adelante.
Pero eso no evitó que Florentino Pérez recibiera varias llamadas. Porque hubo varios jugadores que confiaban en que fuera un farol, y que escucharan sus propuestas. Sobretodo, en el apartado ofensivo, donde tienen muchas carencias y muchos problemas de cara a puerta, que podrían solucionar con una contratación. Y esa es la baza con la que jugó Felipe Anderson, que en la recta final del periodo de traspasos tiró su currículum.
No estaba satisfecho en el West Ham United, club que poseía sus derechos, y donde apenas sumaba un minuto en la presente edición de la Premier League. Pese a ser titular indiscutible y una de las grandes estrellas del equipo hasta hace muy poco, ahora había sido relegado a un rol completamente secundario. Eso si, en la Carabao Cup había disputado los tres choques, marcando una diana, y repartiendo dos asistencias.
El internacional brasileño forzó para cambiar de aires, e incluso le dejaban irse a préstamo, en unas condiciones muy favorables. Pero ni eso bastó para que el Madrid decidiera lanzarse a por él, e hizo oídos sordos a su propuesta. Finalmente, ha sido el Oporto el conjunto que se lo ha llevado, y que disfrutará del extremo de 27 años, que destaca por su velocidad, por su técnica individual, por su gran manejo de balón y por su elegancia.
Como curiosidad, en su día sonó para el Barça, que tenía una opción preferencial por él, como acuerdo con el Santos por Neymar Junior. Pero se fue a la Lazio, donde se consolidó en la élite, y se ganó un traspaso de casi 40 millones de euros a los ‘hammers’.
Mucho ha llovido desde entonces. Demasiado.